El Juzgado de primera Instancia nº 5 de Alicante ha condenado a un cirujano estético de Alicante a indemnizar a una paciente por los daños y perjuicios sufridos como consecuencia de la falta de consentimiento informado antes de una operación de aumento de pecho. En la intervención, desarrollada en 2005 cuando la paciente tenía 38 años, se emplearon dos prótesis de silicona de la marca PIP.

Transcurridos aproximadamente dos años una de las prótesis se rompió y el cirujano la reemplazó por otra de la misma marca, también con información insuficiente por parte del médico. El segundo implante fracasó igualmente y finalmente en 2012 la sanidad pública se las retiró según la recomendación sanitaria.

Según la asociación Defensor del Paciente, cuyos abogados han representado a la paciente, el fallo es de momento firme,«puesto que no ha sido impugnada por el condenado». La sentencia deja para un pleito posterior la liquidación de las cantidades que le deban corresponder como indemnización. Según explican desde Defensor del Paciente, como consecuencia de las roturas, y exudado de las prótesis, «la afectada tiene actualmente alojados en su cuerpo (axilas, clavícula y cadena yugular) una cantidad importante de siliconomas». Además, todo el proceso médico «le ha supuesto un verdadero calvario y le ha afectado sensiblemente a nivel emocional».