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PP y Ciudadanos, sin poder ni dirección en Alicante

Los dos partidos que forman la oposición en la ciudad llevan casi medio año para constituir sendas gestoras con el fin de reconducir sus específicas crisis por la falta de una estructura interna

PP y Ciudadanos, sin poder ni dirección en Alicante

A mediados del pasado mes de junio, hace ya casi un año, el pacto a tres suscrito entre PSOE, Guanyar (la marca blanca de Esquerra Unida) y Compromís certificó lo que apenas dos semanas antes se vislumbró tras abrise las urnas: los populares, veinte años después de acceder al gobierno municipal y de encadenar mayoría absoluta tras mayoría absoluta, iban a quedar alejados del poder en la ciudad de Alicante.

En la otra «pata» de la oposición municipal se quedaba Ciudadanos, una formación novata que en su primera cita municipal en Alicante se fue hasta los seis concejales, una cifra superior a las previsiones más optimistas en los despachos naranjas. Sin embargo, el «éxito» en las urnas alicantinas no se trasladó a la hora de «tocar» poder. PP y C's iniciaron el mandato en la oposición y ahí siguen casi un año después, pese a las varias crisis que ha ido viviendo el tripartito. En estos instantes, todas las miradas se han vuelto hacia la formación naranja, que desde el primer día se ha mostrado cercana al PSOE. De hecho, sus seis ediles votaron a favor de la elección de Gabriel Echávarri como alcalde, al que han apoyado acérrimamente en todos sus bandazos sobre la libertad comercial en Alicante.

Y sin poder, las situaciones de inestabilidad interna germinan a ritmo inusitado. En ambas formaciones se llevan meses hablando de la creación de sendas gestoras para reconducir al PP y a C's de puertas adentro. Sin embargo, el tiempo pasa y ambos partidos son incapaces de certificar una nueva organización interna.

La salida precipitada de la política de Sonia Castedo, doblemente imputada, dejó descabezada a la agrupación local. Durante su mandato, el PP estuvo -como sigue a día de hoy- dividido en cinco distritos, cuyos dirigentes iban asumiendo el poder local con un sistema rotatorio. El «problema» surgió el pasado mes de enero, cuando Ginés Lifante -asesor en la Diputación y marido de la hoy senadora Asunción Sánchez Zaplana- llegaba al final de su mandato transitorio. Cumplidos sus seis meses, el poder tenía que pasar a manos de Juan Seva, ahora exconcejal popular y que está inhabilitado para administrar bienes ajenos por su gestión del Lucentum. Ese relevo se detuvo. Y ahí fue cuando se empezó a hablar de que el PP en Alicante estaría dirigido por una gestora de perfil bajo y liderada por un «sabio» con dos objetivos principales: organizar una convención en verano y convocar un congreso en menos de un año para -entonces sí- elegir al próximo líder de los populares alicantinos. Un puesto que, a priori, ostentaría el actual portavoz del grupo municipal, Luis Barcala, que ha tomado el mando del partido en el Ayuntamiento después de que Sánchez Zaplana dejase su acta para lograr asiento en el Senado en las pasadas generales del 20-D tras el batacazo popular en las municipales, cuando pasó de los 18 concejales obtenidos en 2011 a los actuales 8.

Luego llegaron los escándalos de presunta corrupción del PP en la ciudad de Valencia y todo se paralizó hasta el día de hoy. Hace aproximadamente un mes, la cúpula provincial intentó reactivar, todavía sin éxito, la creación de la gestora para normalizar el día a día orgánico del partido en la capital alicantina. Así, año y medio después de la dimisión de Castedo y tras meses con el proyecto de la gestora sobre la mesa de la sede de la céntrica avenida de Salamanca, el PP en Alicante está sin una «persona fuerte» en primera línea de la batalla política.

Una situación similar, en el fondo, se vive en el otro partido en la oposición alicantina. Ciudadanos, con sus seis concejales, «nació» sin líder en Alicante y hoy sigue prácticamente igual: con cargos públicos, eso sí, pero sin dirección. El portavoz municipal, José Luis Cifuentes, no ha sabido consolidarse como un referente político tras casi un año en el Ayuntamiento. Al revés, su posible relevo ha estado en la agenda del partido, aunque la falta de alternativas ha acabado, de momento, por frenar su sustitución. Para reconducir la situación, la formación naranja pensó en Fernando Llopis, el exconcejal de UPyD, que tras las pasadas municipales se quedó sin acta municipal. Llopis, tras la debacle del partido de Rosa Díez, cambió de carné y se afilió a Ciudadanos, a los que defiende con fragor en las redes sociales. Al profesor universitario le ofrecieron a principios de año dirigir la gestora y convertirse en el «hombre político» de Ciudadanos en Alicante. Era el favorito de la dirección provincial y territorial para tomar el mando del partido, aunque el tiempo pasa y los movimientos se han paralizado, mientras el partido sigue sin ninguna estructura interna. El plan inicial de C's pasaba por crear una gestora y en un plazo de medio año convocar elecciones internas para que los militantes -unos 150 en la ciudad- eligiesen a su coordinador local, un cargo que existe ya en la mayoría de las agrupaciones, salvo excepciones.

Hoy, casi medio año después de que C's y PP pensaran en la figura de la gestora para redirigir sus respectivas crisis internas, ambos partidos siguen sobre la misma línea: sin poder y sin dirección local. Y encima, otras nuevas elecciones.

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