Los comerciantes de la calle San Francisco, conocida popularmente como la calle de las setas, muestran su preocupación y malestar por la inminente retirada de tres de las esculturas que el anterior equipo de gobierno del PP colocó en 2013. El motivo de la retirada de las tres setas son las obras que se van a realizar para construir un nuevo edificio en un solar de esta calle peatonal, que cuenta con un plazo de ejecución de dos años. Una vez finalizado, sólo una de las setas tiene garantías de volver a su ubicación original, dado que el nuevo edificio contará con garaje y hay que despejar el acceso.

Desde la asociación de comerciantes Más que Centro muestran su preocupación y consideran que es «un jarro de agua fría», pues la tematización de la calle ha supuesto un revulsivo para la zona. La presidenta de la asociación, Toñi Torregrosa, reclama que las otras dos setas se reubiquen en la misma calle, aunque en una ubicación diferente, algo a lo que se comprometen desde Comercio y Urbanismo. No obstante, los comerciantes hubieran preferido que el edificio no fuera acompañado de garaje para evitar restar espacio a la calle tematizada. Al respecto, sostienen que «hay informes contradictorios».

Aluden así a un informe de la Concejalía de Comercio en el que se advierte de que la modificación de la inversión en los cinco años posteriores a su ejecución podría conllevar la devolución de la ayuda europea recibida para llevarla a cabo. La tematización con setas de la calle San Francisco costó 66.000 euros, de los que 37.000 fueron subvencionados con fondos europeos, como recuerdan desde Comercio. Con todo, el asesor del área, Pedro de Gea, indica que la retirada temporal de las setas no conllevaría la devolución de las ayudas, sólo si fuera definitiva. Algo que, según De Gea, no ocurrirá. Sostiene que una vez finalizadas las obras, las tres setas regresarán a la calle San Francisco. Una de ellas a su misma ubicación y las otras dos reubicadas en la misma calle. De Gea explica que recolocándolas desaparecería el riesgo de tener que devolver la ayuda e indica, además, que en 2018 finalizaría el plazo de cinco años para mantener las inversiones.

El edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, admite que las setas «no me gustan», pero indica que los comerciantes se han dirigido a él para mostrarle su preocupación y que su intención es devolver a su ubicación una de ellas y las otras dos «intentaremos mantenerlas» en la calle. Sostiene que desde Urbanismo han dado la licencia, para el edificio de nueve viviendas y nueve plazas de garaje, pero asegura que en cuanto a las setas están siguiendo las instrucciones del área de Tráfico y Movilidad, de la que también dependía el proyecto de tematización.