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Sanidad combatirá el aumento de suicidios a través de los médicos de urgencia y de familia

Cerca de 160 personas se quitan la vida al año en la provincia

Sanidad trabajará activamente para detectar e intentar prevenir conductas suicidas. ISABEL RAMÓN

Sanidad implicará a los médicos de familia y a los de urgencias en la detección de conductas suicidas para tratar de poner freno a un problema que va a más, sobre todo en los últimos años de crisis económica. Y es que, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, 159 personas se quitaron la vida en 2014 en la provincia. Son más fallecidos que la suma de los generados por accidentes de tráfico y homicidios, 72. Incluso más que las 117 defunciones que hubo ese año en la provincia a causa de la leucemia. Además, los datos no dejan de aumentar año tras año.

Para tratar de poner freno a esta tendencia, la Conselleria de Sanidad acaba de poner en marcha un grupo de trabajo que elaborará un Plan de Prevención y Abordaje de la Conducta Suicida. En él se van a implicar a los profesionales de atención primaria, salud mental y urgencias, ya que son quienes están más en contacto con las personas que tienen tendencias suicidas.

La conselleria ya ha tenido los primeros contactos con la Sociedad Española de Suicidología para que le oriente sobre cómo abordar esta conducta, así como las medidas preventivas y actuaciones a realizar. Para su presidente, Andoni Anseán la detección de casos en los centros de salud es esencial. «Las estadísticas dicen que el cien por cien de las mujeres que se suicidan han ido al médico en el último año y respecto a los hombres es el 80%». Un 18% de quienes se quitan la vida había acudido a consulta el mismo día del fallecimiento. Una situación «que en estos momentos es totalmente invisible para los médicos», señala Anseán. El presidente de la entidad nacional, asegura que una persona que quiere quitarse la vida «siempre deja pistas, sólo hay que ser sensible a que una persona por su edad, sexo y situación puede estar pensando en quitarse la vida». A partir de ahí «se le puede preguntar más o menos de una manera directa porque no vas a inducir a nadie al suicidio por el simple hecho de preguntar». Al contrario, añade Anseán, «se genera una situación de empatía».

Respecto a los servicios de Urgencia, «el gran problema es la descoordinación que se da entre servicios. Muchas veces los equipos de emergencia atienden a una persona que ha tratado de quitarse la vida y cuando ésta llega a Urgencias le dan el alta en una hora».

Actualmente ya existen escalas que, a través de 10 items, miden de forma fiable el posible riesgo de una persona para quitarse la vida. En este sentido, desde la Conselleria de Sanidad afirman que el conocimiento acerca de las conductas suicidas «ha aumentado enormemente en los últimos años, reconociéndose la importancia de la interacción entre factores biológicos, psicológicos, sociales, ambientales y culturales». Además «se han identificados factores de riesgo y de protección tanto en la población general como en los grupos vulnerables». En España, la Estrategia de Salud Mental elaborada para el periodo 2009-2013 «contempla entre sus objetivos la prevención del suicidio y la evaluación de acciones específicas para disminuir las tasas de suicidio en grupos de riesgo». La estrategia de salud mental de la Comunidad Valenciana que se está elaborando, añaden desde la Conselleria de Sanidad, «recoge estas recomendaciones».

En los países ricos se suicidan tres veces más hombres que mujeres, pero en las naciones con ingresos bajos y medios, la razón de hombre mujer es mucho más baja. A nivel mundial el suicidio es la segunda causa principal de muerte en el grupo de 15 a 29 años. Por cada suicidio consumado hay muchos más intentos de suicidio, considerándose además los intentos el factor de riesgo más importante de suicidio en población general.

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