Nació como un hospital puntero, con especialidades médicas de referencia para toda la provincia. Un cuarto de siglo después, el Hospital de Sant Joan cumple 25 años con el firme deseo de sus trabajadores y dirigentes de recuperar inversiones y protagonismo. «En los últimos 20 años el centro ha sufrido una importante falta de inversión y una pérdida de especialidades nunca justificada», señaló ayer Isabel González, gerente del centro sanitario, durante el acto central organizado con motivo de esta efeméride. Una situación, sostiene, «que hizo que el sentido de pertenencia desapareciera». Para los próximos años, González espera que el hospital que ahora dirige «recupere su orgullo» y en el que «ciencia y humanismo vayan de la mano».

Durante el acto tomaron la palabra algunos trabajadores que abrieron el hospital y que todavía continúan trabajando en él. Entre ellos, el facultativo responsable del Laboratorio de Urgencias, Francisco Llorca, quien vivió el proceso de desmantelar el Hospital Provincial para poner en marcha el de Sant Joan. Hizo un repaso por nombres de la época y recordó anécdotas, como la primera urgencia que se atendió en el hospital, nada menos que a la escritora Matilde Asensi, quien se fracturó la muñeca al resbalar en el propio hospital.

Francisca Marhuenda, enfermera del Hospital de Día Oncológico, relató sus impresiones y experiencias en esos primeros momentos de existencia del hospital, antes incluso de que hubiera en él pacientes. También desgranó logros que convirtieron al centro sanitario en pionero en muchos aspectos. «Fuimos el primer hospital sin aquellos horarios estrictos que limitaban las visitas de 4 a 8 de la tarde y a sólo dos familiares por paciente. Dejamos que se quedaran a dormir las madres y los padres y todas esas medidas poco a poco hicieron que las cosas fueran a mejor».

El acto de ayer también contó con la intervención del primer director que tuvo el Hospital de Sant Joan, Justo Medrano. El vicepresidente de la Real Academia de Medicina de la Comunidad Valenciana recordó los convulsos momentos que ha vivido el centro en este cuarto de siglo. «Con el cambio de Gobierno, el hospital se desmochó, se quitaron cinco servicio que fueron llevados al Hospital General, dejando al centro sin unidades de referencia con las que seguir creciendo».

El acto de ayer también contó con el testimonio de pacientes y de sus familiares. Al mismo asistieron numerosos trabajadores del centro, que mostraron su visión del hospital y sus deseos de futuro. «Lo que distingue a este centro es su eficacia. Con unos recursos limitados tiene unos excelentes resultados», señaló Vicente Bertomeu, responsable del Servicio de Cardiología.

Por su parte Nieves Díaz, responsable de Oncología, espera que la nueva conselleria «reconozca algunos de los servicios para los que somos referencia para toda la provincia, lo que mejoraría en el tratamiento integral del paciente».

Sindicalistas como Miguel Mauri, de CC OO, anhelan que los próximos años «traigan el fin de los recortes y recuperar todo lo perdido». En este sentido, reclama que el hospital reciba una inyección económica en forma de inversiones. «Hay que remodelar muchos servicios, empezando por Urgencias y los paritorios». Por su parte José María Mirete, de UGT, recordaba que el centro sanitario fue diseñado para atender a la mitad de la población para la que trabaja actualmente, «lo que condiciona mucho la patología que atiende».