«Casi todos los vecinos y comerciantes estamos de acuerdo en que se ensanchen las aceras de Pintor Gisbert, es nuestra calle principal y potenciaría el comercio y la hostelería, porque se podría poner alguna terracita y le daría más vida. Pero está complicado». La opinión de una trabajadora de la Bodegueta de San Blas resume muy bien el sentir de un barrio esperanzado en que las obras de renovación de la red de agua potable y alcantarillado que desde hace meses se ejecutan en la zona dieran más esplendor al que consideran su vial principal.
La asociación de comerciantes, recogiendo la inquietud de los negocios de la zona, lucha para que se amplíen las aceras de Pintor Gisbert, una calle repleta de establecimientos que registra un trasiego enorme a diario de carros de la compra, carritos de bebé y personas mayores. Sin embargo, de momento sin éxito. «Dijeron que nos iban a ensanchar las aceras pero al final no las han tocado. Sólo un tramo en la parada del autobús, donde van a poner una marquesina. Nos gustaría que las ampliaran como han hecho en Cardenal Belluga», afirmó un vecino de la zona.
Lo que no se entiende en San Blas es que no toquen la calle con más tráfico peatonal y en cambio hayan ensanchado adyacentes, como Juan Ortega, Alcalá y otras, eliminando aparcamientos. «¿Dónde vamos a meter los coches? En algunas calles están dejando espacios tan amplios que se podría bailar. Antes se podía aparcar a ambos lados de la mayoría de calles porque este es un barrio de edificios antiguos y no todos tienen garaje. En cambio estamos pendientes de las aceras de la calle Pintor Gisbert, si se amplían o no, y de momento es no. Ahí haría falta porque es una calle comercial». El problema puede estar en el paso del autobús y el carril bici.
Aguas de Alicante ejecuta estas mejoras en el barrio de San Blas con un presupuesto de 2,7 millones y un plazo de 18 meses. Desde el departamento de obras de la empresa explicaron que el alcance de las aceras de San Blas que se iban a reurbanizar durante la ejecución del proyecto de agua y saneamiento las definió en su día el Ayuntamiento. «Dado que las calles disponían de unas aceras relativamente estrechas, muchas no ajustadas a los requisitos de anchura mínima para ser considerados itinerarios peatonales accesibles, las anteriores concejalías de Imagen Urbana y Comercio plantearon la necesidad de que la reposición de aceras, una vez renovada la red de agua, cambiara la funcionalidad y la imagen del barrio, mejorando el entorno urbano», explican desde Aguas. Es decir, es un proyecto heredado del PP.
