La tasa de natalidad en la provincia se mantiene estable a pesar del descenso de la población, según reflejan los últimos datos definitivos al respecto que ha publicado el Instituto Valenciano de Estadística (IVE), referidos a 2014. Ese año, en la demarcación alicantina se registraron 8,45 nacimientos por cada mil habitantes, frente a 8,32 en 2013. Este ligero incremento se hace más visible si se observa la tasa de fecundidad, es decir, el número de nacimientos por cada millar de mujeres con entre 15 y 49 años. Si en 2013 este indicador en la provincia fue de 36,13 nacimientos, al año siguiente aumentó hasta 37,29.
En ese mismo periodo, sin embargo, la provincia perdió 77.204 habitantes, por lo que, a priori, se hubiera antojado más lógico que las tasas de natalidad y fecundidad también disminuyeran. En cambio, el primer indicador sólo bajó, y de manera testimonial además, en la comarca de l'Alacantí, donde pasó de 8,98 a 8,88 nacimientos por cada mil habitantes. Y la tasa de fecundidad ni siquiera eso, sino que creció en todas las comarcas. Con ello, resulta bastante evidente que el descenso demográfico no ha afectado -o, al menos, no de forma significativa- a la franja de población en edad fértil, lo que ha favorecido que se mantenga el índice de natalidad.
La provincia viene perdiendo habitantes de manera continua desde 2013. Tal y como publicó este periódico hace unos días, la cifra provisional de habitantes a 1 de enero de 2016 es de 1.832.137, lo que supone una caída de 113.505 en sólo tres años. Eso sí, buena parte de ese descenso se corresponde con extranjeros de edad relativamente avanzada que residían en la provincia -sobre todo en el litoral y prelitoral- y que han regresado a sus países de origen. Por ello, no tiene mucha repercusión sobre el movimiento natural de población.
Las comarcas con las tasas de fecundidad más bajas son la Marina Baixa y la Marina Alta, con en torno a 33 nacimientos por cada mil mujeres de entre 15 y 49 años, mientras que en el Baix Vinalopó es de casi 42. Además de la presencia de residentes extranjeros en edad no fértil, otro factor que influye de manera determinante es el envejecimiento de la población autóctona. Eso explica que El Comtat, donde se concentran los municipios más pequeños de la provincia, tenga unas tasas de natalidad y fertilidad bastante bajas, aunque aún así su evolución en el último año analizado por el IVE ha sido positiva. Por otra parte, El Comtat y l'Alcoià son las comarcas con la maternidad más tardía de la provincia, en consonancia con su envejecimiento. En casi todas las demarcaciones se supera la barrera de los 30 años a la hora de tener el primer hijo, salvo en la Marina Baixa (29,86) y la Vega Baja (29,03).
El número medio de hijos por mujer es muy bajo en todas las comarcas, como consecuencia de la reducción de la natalidad que se produjo en el último cuarto del siglo XX. El índice oscila entre 1,4 hijos por mujer en el Baix Vinalopó y 1,14 en la Marina Baixa. El Comtat, l'Alcoià, el Alto Vinalopó y la Vega Baja se sitúan en el tramo entre 1,3 y 1,4 hijos por mujer.
