¿Qué recuerdos le vienen a la mente en su despedida?

El primero, el que más marca y te deja sin aliento es la elección. Es un regalo de la vida y verlo siempre desde fuera y que te toque a ti es un shock. Durante el año también he vivido momentos muy especiales, como la cena de Fogueres en Nadal y los viajes a otros puntos de la Comunidad Valenciana, a Madrid o a Suecia. Cuando te vas fuera sientes que llevas un trocito de Alicante contigo paseando el nombre de la ciudad.

¿Cuáles son las claves del papel de una Bellea del Foc?

La Bellea del Foc es una persona muy comprometida. Por ello debe serlo una chica centrada en lo que tiene que hacer ese año porque hay que dejarlo todo de lado por vivir el cargo intensamente y estar dispuesta siempre ya que no vale un no por respuesta.

A punto de despedirse, ¿le ha cambiado el concepto sobre la figura de la Bellea?

No me ha cambiado, al contrario, lo he ampliado y magnificado, dándome cuenta de que es una gran responsabilidad, que tiene momentos muy difíciles y duros pero es tan gratificante que todo vale la pena. Pero hay que estar al pie del cañón para todo y tienes que ser una persona comprometida, dispuesta y responsable.

Casi como un trabajo...

No, porque ni es remunerado ni una obligación como tal sino algo que te gusta, lo disfrutas y lo sientes y por eso lo haces, algo que tiene en el cariño de la gente la mayor recompensa. Me quedarán los recuerdos y la vivencia personal. No se puede comparar a un trabajo, quizá en las horas que te quita sí, pero en lo demás no.

¿Qué cree que esperan los alicantinos de la Bellea del Foc?

Como máxima representante de las fiestas de Fogueres tiene que ser una chica correcta, educada, simpática, que sepa desenvolverse ante cualquier situación, y que le encante. No hay nada mejor para hacerlo bien que amar tu ciudad y el ser alicantina, es lo más importante para transmitirlo donde vayas. Me gustaría haber dejado el recuerdo de haber sido una chica espontánea, sincera, natural y comprometida con el cargo. Lo he dado todo y espero que se haya notado. Cada Bellea tiene su año y su sitio en la historia de Alicante. Yo me acuerdo de todas y voy a ser simplemente una más entre esas mujeres privilegiadas que ha tenido la ciudad.

¿Qué piensa cuando oye lo de Bellea mujer florero?

Me he dado cuenta este año que para nada. Me he visto ante situaciones difíciles de las que tenía que salir airosa y no siempre es fácil. Tienes que saber lidiar con muchas cosas. Saber escuchar, desenvolverte en ámbitos en los que a lo mejor antes no había estado. Al contrario, tendrían que pasar por aquí para poder decirlo.

¿En qué situaciones?

Ante personas que a lo mejor tienen ese concepto (el de la Bellea como mujer florero) y pensarían voy a ponerla a prueba a ver qué saco. Luego a lo mejor se han llevado una sorpresa y me lo han dicho, lo cual también es gratificante. Las pruebas no acabaron cuando el jurado me eligió. Esto ha continuado todo el año. Han sido situaciones muy puntuales pero ha habido algunas en las que he podido deducir eso.

¿Queda menos para que el jurado elija una Bellea mayor?

Está cada vez más cerca. La Fallera Mayor de Valencia, Alicia Moreno, tiene 30 años, la carrera finalizada y un trabajo fijo. Es un perfil diferente pero interesante, alejado del de las chicas más jóvenes, porque ella tiene la vida hecha y posibilidades económicas. Lo ha resuelto con una excedencia porque el cargo requiere dedicación plena pero luego podrá volver a lo que le toca. No hay que cerrar la puerta a esas chicas porque lo de Valencia ha sido un acierto. Sobre candidatas con hijos, lo que le das a una cosa es tiempo que le quitas a otra. Tendría que sopesarlo la propia persona y si le nace y le vale la pena cada uno es libre

¿Ha aprendido de la Fiesta?

Me he dado cuenta de que la Federación de Hogueras (que organiza los actos) sigue un ritmo frenético en estos meses pero que todo el año trabajan incansablemente. Algo que es de agradecer porque lo hacen de forma altruista y desinteresada, ya que sienten pasión por esta fiesta. Es un trabajo que pocas personas pueden hacer porque nace del corazón.

¿Sale la Fiesta de la crisis?

Las Hogueras somos un colectivo muy grande en Alicante y por ser tan amplio te puedes encontrar de todo. Hay gente que a lo mejor no tiene tantos recursos pero sí ilusión por vivirlo. La crisis se ha notado pero la evolución es positiva, y con trabajo y esfuerzo los foguerers están saliendo adelante y la Fiesta cada día es mejor. Nos mueve que nos encanta y eso nunca se va a apagar. Puede faltar dinero y el monumento ser más barato pero siempre se va a plantar y eso es lo bonito de esta fiesta.

¿Qué cambiaría?

Se han hecho demasiado cambios a lo largo de la historia. Hay debates eternos sobre muchas cuestiones pero me gustan las cosas como están. Este año desaparecen las mascletàs nocturnas pero se ganan diurnas. No es tan relevante como sería un cambio de ubicación. Al final se dispararán los mismos kilos de pólvora, y eso es lo importante, que Alicante suene y se ponga en el mapa.

Le puso una banda un alcalde, Miguel Valor, y se marcha con otro, Gabriel Echávarri...

El que me ha acompañado todo el año es Echávarri, que está superinteresado en las Hogueras y dispuesto a trabajar por la Fiesta. Le agradezco el trato con las damas y conmigo. Se ha portado muy bien.