Han querido poner su granito de arena ante el terremoto de Ecuador. Un grupo de geógrafos alicantinos estuvieron ayer por la tarde en la Universidad de Alicante cartografiando en tiempo real las principales zonas de este país sudamericano afectadas por el seísmo con el objetivo de localizar edificios y otras estructuras que requieren de una actuación de los equipos de emergencia del país.
Esta acción ha sido posible gracias a un programa que permite consultar por satélite y en tiempo real mapas de la zona «con una precisión de hasta dos metros», señaló ayer Quino Palacid, responsable de relaciones institucionales del Colegio de Geógrafos de la Comunidad Valenciana, institución que se ha encargado de coordinar esta acción solidaria en España.
«Mapathon Ecuador» es el nombre con el que se ha bautizado esta jornada que, además de en Alicante, se ha desarrollado en Valencia y en Ontinyent dentro de una campaña mundial que promueve la organización Humanitarian OpenStreetMap Team y que actúan «como los Médicos sin Fronteras de la cartografía».
Un rastreo de cuatro horas
Cuatro horas estuvieron los geógrafos cartografiando zonas de Ecuador en las que el terremoto ha dejado daños materiales. Toda la información recogida «se ha subido a una nube para que pueda ser consultada por los equipos de emergencias de la zona y así actuar». Una información muy valiosa en un momento en el que estos efectivos van desbordados ante la devastación causada por el seísmo que asoló el país hace poco más de una semana y que ha dejado más de 600 muertos.
«Lo más importante es que les ofreces una cartografía en tiempo real y en un formato digital, que pueden consultar desde un móvil o una tablet», señala Palacid. De esta forma, «ya no es necesario esperar para poder tener toda esta información en papel, como ocurría antes».
Edificios derruidos e infraestructuras destrozadas son algunas de los daños que se buscaba localizar en los mapas. Una tarea posible gracias a la gran capacidad del satélite del programa utilizado para acercarse al terreno. «Permite ver la zona sobre la que estás trabajando a una altura de apenas dos o tres metros, por lo que es fácil cartografiar el terreno, aunque no hasta el nivel de hallar por ejemplo víctimas del terremoto que aún no hayan sido rescatadas», afirma Palacid.
No es la primera vez que los geógrafos alicantinos se movilizan ante una catástrofe natural. Ya lo hicieron con motivo del terremoto que asoló Nepal hace unos años cartografiando las zonas más devastadas.
