Que a nadie le sorprenda que este verano un dron sobrevuele su chalet para controlar que la piscina esté bien cuidada o que no haya agua estancada en el jardín. Y es que el Ayuntamiento de Alicante, a través de la empresa encargada del control de plagas en la ciudad, Lokímica, utilizará estas pequeñas aeronaves para mantener bajo control las colonias de mosquitos en la ciudad, especialmente del mosquito tigre.

Este pequeño insecto es el causante de enfermedades como el zika o el chikungunya y desde hace unos años su presencia en la provincia de Alicante ya es estable. Como señaló ayer la concejala de Sanidad, Sonia Tirado, «esta plaga ha llegado para quedarse».

El problema es que la inmensa mayoría de focos de mosquito tigre, hasta un 80%, se dan en solares privados. Ante estos casos, según explicó ayer Noé García, gerente de Lokímica, «utilizamos el dron para captar imágenes. Si vemos, por ejemplo, que hay una piscina en desuso se marcan las coordenadas y se localiza al propietario a través del catastro». A continuación, «se le envía un requerimiento para que actúe y que la deje en condiciones de salubridad». En caso de que el propietario no aplique ningún tratamiento, el Ayuntamiento puede hacerlo a través de una ejecución subsidiaria con orden de un juez y después cobrar al propietario de la parcela afectada.

Uno de los drones adquirido es de menor tamaño para poder sobrevolar áreas urbanas. El segundo es más grande y será empleado en espacios amplios, ya que además tiene capacidad para rociar con larvicida las zonas en las que se detecte la presencia del mosquito tigre. Y es que, según recordó ayer Noé García, este pequeño insecto tiene la capacidad de reproducirse en cantidades muy pequeñas de agua. «Los platos de las macetas, los cacharros de agua de las mascotas e incluso un tapón con agua pueden ser el lugar propicio para que se reproduzcan». En este sentido, la edil de Sanidad, explicó ayer que el Ayuntamiento ha editado una serie de folletos informativos sobre las medidas que se pueden adoptar y éstos se distribuirán entre comunidades de propietarios, administradores de fincas y juntas de distrito.

García recordó que lo importante es actuar en la fase larvaria. «En quince días una larva puede convertirse en 15.000 mosquitos, ya que cada insecto hace una puesta de cien huevos». Su capacidad de reproducción, concluye el responsable de Lokímica, «es altísima». Los expertos también llaman la atención a extremar el control de las piscinas, ya que aunque no son foco para la cría del mosquito tigre, «sí que favorecen la proliferación de otras especies sobre todo cuando llegan las altas temperaturas». En este sentido, el responsable de Lokímica pide a los propietarios que «hagan el tratamiento adecuado de estas con cloro y si no las utilizan, lo conveniente es introducir algunas especies de peces, como las carpas para evitar que se conviertan en un foco de mosquitos». Noé García recuerda que una piscina mal mantenida genera problemas de mosquitos en un entorno de 150 metros.

Por último, el responsable de Lokímica señaló ayer que las altas temperaturas de este invierno han obligado a adelantar un mes el refuerzo que tradicionalmente se hace de la campaña de control de ratas y cucarachas en la ciudad de Alicante con la incorporación de cuatro brigadas más.