La consellera de Agricultura, Elena Cebrián, ha avanzado hoy la elaboración de una Ley de Ordenación de Estructuras Agrarias, mientras que el sector ha reclamado un diseño a largo plazo de la agricultura y un mayor presupuesto para políticas de al menos 40 millones de euros más. Cebrián, junto con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se han reunido con representantes del sector agroalimentario valenciano, dentro de la línea de trabajo de la Conselleria basada en el diálogo y la participación, según ha dicho. El presidente de la Federación de Comunidades de Regantes de la Comunidad Valenciana, el alicantino José Antonio Andújar, vicepresidente del Acueducto Tajo-Segura, ha pedido al Consell que medie para que hasta Alicante pueda llegar agua del Ebro, el Duero y, por supuesto, el Tajo.

La dimensión y dispersión de las explotaciones es una «pieza fundamental» para diseñar una visión a largo plazo de cómo se refuerzan las estructuras productivas, y la Conselleria trabaja en el diagnóstico de la situación para mejorar la ordenación de las estructuras a través de una ley, cuyo borrador estará listo este verano. Sobre cómo se reestructurará el sector, Cebrián ha señalado que se está estudiando qué medidas se pueden adoptar, y ha destacado como necesario el apoyo a las cooperativas.

El sector agrario también está padeciendo «la infrafinanciación y la infrainversión» de la Comunidad Valenciana que repercuten en las infraestructuras hídricas, y "un vaciado" de la administración anterior, pero ha resistido en la crisis y ha remontado las cifras de exportación, según Cebrián.

La consellera ha señalado que las preocupaciones del sector son "conocidas y compartidas" y el presidente es «sensible» a ellas, pero los presupuestos para políticas agrarias son «muy ajustados» debido a la necesidad de atender los servicios públicos. La consellera ha manifestado que espera se logre «la petición de toda la sociedad valenciana de una financiación justa», ya que de lo contrario habrá «muchas dificultades financieras».

Tras la reunión, el secretario general de La Unió, Ramón Mampel, ha declarado que al menos habría que destinar 40 millones de euros más a políticas agrarias de la Conselleria, y para ello hay que «estirar las orejas» a Madrid para reformar el modelo de financiación autonómica.

Según ha dicho, hace doce o trece años el presupuesto de la Conselleria de Agricultura era el 4,7 % del total y actualmente ha bajado al 1,3 %, «en un mundo global que nos aprieta por todas partes».

El presidente de AVA, Cristóbal Aguado, ha criticado que cada uno de los «más de media docena de consellers» que ha conocido han hecho su proyecto agrario. «Aquí no estamos para repetir proyectos sino para hacer uno de largo alcance» con el consenso de todos los partidos políticos y de todos los interlocutores del sector, ha defendido. Aguado ha alertado del peligro del «greening», una bacteria que afecta a los cítricos, y ha asegurado que en dos años podría estar en España y, con ello, «todos los planes agrarios» que se están diseñando «quedarían en nada porque se moriría toda la citricultura española». Por ello, ha pedido un mayor control de las pepitas de los cítricos y «poner remedio rápidamente» para controlar las entradas desde el norte de África y México.

Por su parte, el presidente de la Federación de Regantes de la Comunidad Valenciana, el alicantino José Antonio Andújar, ha reclamado «nuevas autopistas» del agua que lleven agua desde «el Ebro, el Duero y el Tajo medio», con la posibilidad de que los regantes se hagan cargo del coste de las obras si la administración «facilita» los medios legales para ello. La federación está realizando un estudio que presentará a la Generalitat sobre la falta de recursos hídricos, ya que, según Andújar, «si no hablamos de nuevos aportes de agua, el futuro de la agricultura de la Comunidad Valenciana no está claro».