Los alumnos que ahora están terminando Primaria son conocidos como la generación Z. Aquella que ha nacido ya con las nuevas tecnologías, para lo bueno y para lo malo. El mercado laboral que se encuentren será radicalmente distinto, con nuevos perfiles laborales y nuevas competencias. José Navalpotro hablará de este desafío en una charla, organizada por el Newton College, que tendrá lugar mañana en el Colegio de Abogados de Elche a partir de las 18 horas.
¿Quiénes son las generaciones Y-Z?
Desde el punto de vista sociológico hay una generación, llamada X, que es la que abarca los años 70 y 80. Luego llegó la generación Y, la de los milenials, que corresponde a los jóvenes que ahora se empiezan a incorporar al mercado laboral. La Z son los chicos que ahora están al final de Primaria y que se incorporarán al mercado laboral en 15 años. Esto tiene unas características sociológicas que marcan qué tipo de trabajos y profesionales van a existir, cómo van a concebir las relaciones laborales, sociales, su línea de valores... La generación Y está creciendo en un entorno tecnológico, mientras que la Z se incorporará cuando la tecnología haya explosionado totalmente. Son características muy diferentes.
¿Cómo será el mercado laboral que se encuentren estos chicos?
Hay unos cambios muy importantes. La tecnología hará que muchos puestos sean sustituidos por entornos de robótica, por lo que el tipo de profesional que necesiten debe ser más creativo y realizar labores que no sean de mecanización, porque eso ya lo harán los robots. Será un perfil laboral muy diferente y muy condicionado por la tecnología.
¿Están los colegios adaptados para esta realidad que está a la vuelta de la esquina?
No. Lo que sí hay es una concienciación de que eso es una realidad. Luego hay que distinguir entre dos aspectos. Uno es la política educativa, que en España tiene un retraso muy importante de hacia dónde hay que preparar a los chicos. Se basan en el currículo, cuando éste tiende a desaparecer. El segundo aspecto es la situación de los colegios, donde hay que diferenciar entre enseñar y aprender. El perfil de profesor enseñante desaparece por el de un profesor que es dinamizador del aprendizaje. Se tiene conciencia de eso, pero los colegios públicos están muy condicionados por la política educativa y por la formación de los profesores, que no está en el camino más adecuado.
Si desaparece el currículo, ¿hacia dónde se orientará la enseñanza?
La tendencia es que acabará desapareciendo, orientándose a líneas muy genéricas en las que será el centro el que determine qué hacer. En EE UU, por ejemplo, hay una corriente que es el «home schooling». Los niños no van a la escuela y están en su casa todo el día en contacto con dos profesores y por la tarde van a cuatro actividades extraescolares para no perder la parte de socialización. En mi opinión en 2025 muchos profesores se van a quedar obsoletos porque las escuelas de Magisterio no están definiendo un perfil adecuado de profesor para el futuro y los coles tampoco definen planes de formación adecuados.
¿Qué perfil deberán tener los jóvenes que dentro de 15 años se incorporen al mercado laboral?
Hay una serie de grandes competencias que deberán tener: capacidad de comunicación, de toma de decisiones, trabajo en equipo, cultura digital -que no es lo mismo que conocer la tecnologías- también el concepto de la globalización y uno muy importante, que es la inteligencia emocional.
¿A qué se refiere cuando habla de cultura digital?
El uso de las tecnologías actualmente está haciendo niños y jóvenes con grandes defectos en entornos emocionales, porque dejan de relacionarse. La tecnología tiene esa doble cara, te acerca a los que están lejos, pero te aleja a los que están cerca. Estamos en una reunión con amigos y siempre con el móvil en la mano, a doble conversación y eso pasa también en las familias. Por eso en los colegios empieza a hablarse de la necesidad de formar en inteligencia emocional.
¿Qué país tiene el sistema educativo mejor preparado para afrontar este reto?
Estamos en un cambio de paradigma educativo a nivel mundial. Algunos países van más adelantados que otros, pero no me atrevo a decir que EE UU o Finlandia tengan mayor desarrollo. En el caso de Finlandia, que siempre se ha puesto como ejemplo por sus sistema educativo, es uno de los países con mayores índices de suicidio. Eso quiere decir que hay algo en el sistema educativo que no funciona. España debe saber mirar fuera para saber qué hacer dentro, pero no pensar que hay modelos ideales de educación. Nosotros, por cultura, clima y otras características somos lo que somos y nuestro jóvenes deben saber crecer en función de lo que se van a encontrar en el mundo.
¿Qué podemos hacer los padres?
Ahora más que nunca el binomio escuela-familia tiene que estar más activo que nunca. Hay muchos factores que hacen que en las familias no seamos conscientes de dónde estamos en cuanto a la educación de los hijos. La tecnología ha supuesto una brecha muy grande. ¿Cuántos padres están siguiendo a sus hijos adolescentes en las redes sociales? Lo importante es que los padres entendamos que nuestros hijos van a ser educados para una sociedad que no es la nuestra y no podemos pretender que su línea de valores y comportamientos sea la misma. Puede tener la misma base, pero hay que entender que su sociedad es muy diferente.
Las nuevas tecnologías, ¿están presentes hoy en las aulas de forma general?
Si es que lo de «nuevas tecnologías» ya no existe, de nuevas no tienen nada, eso fue en el 2000. Hasta los propios términos lingüísticos están viciados.
¿Debería haber una asignatura específica sobre redes sociales por ejemplo?
El problema es que muchos profesores ni siquiera tienen abiertos perfiles en redes sociales. ¿Dónde se pelean los niños hoy? Ya no lo hacen en el patio. Llegan a casa, se abren una coca cola, cogen el teléfono y se pelean por las redes sociales. Y el profesor de eso ni se entera. Hay muchas redes con las que mandas mensajes y desaparecen en 10 segundos... Estas generaciones van a ser de video, no de texto como la nuestra.
¿Hacia dónde encaminar la formación del profesor?
Eso es fundamental, porque cómo vas a fomentar la cultura digital si los profesores no conocen la tecnología. Hoy sucede algo histórico, que los alumnos saben más que los profesores. Hay profesores empeñados en explicar qué es la mitocondria, cuando los chavales entran en internet, ven cuatro vídeos y lo saben. Un profesor debe enseñarles qué información es la correcta, no lo que tienes que buscar, sino cómo. La formación del profesor va más encaminada a ser dinamizador de aprendizaje más que transmisor de aprendizaje.
