Fernando Vera, experto en turismo, exdirector del Instituto de Investigaciones Turísticas y catedrático de la Universidad de Alicante, subraya que «si lo que se piensa es gravar la estancia turística y, por tanto, la tasa recae sobre el alojamiento, volvemos a un tema clave de nuestro modelo turístico: la gran cantidad de plazas no regladas que hay funcionando. Es decir, se estaría aplicando una tasa sobre el declarado, que es el que ya tributa, y se quedaría fuera un importante volumen de plazas que no tributan ni están fiscalmente declaradas. En suma, un agravio para el sector que cumple con la normativa turística», remarcó el catedrático.
Fernando Vera subraya, además, que «entiendo que hay dos tareas previas por hacer. Una, analizando ejemplos internacionales y viendo el tipo de tasas que existen, a qué se aplican o cuál es el objeto impositivo. La otra es seguir trabajando para regularizar la oferta no declarada en viviendas de alquiler».
El planteamiento de la Conselleria de Hacienda sobre la oportunidad de instaurar una tasa turística ha vuelto a reabrir esta semana la polémica en un sector turístico, que soporta una de las presiones fiscales más altas de España, como recordaba Antonio Mayor, presidente de la patronal Hosbec, contrario al impuesto, pero que prefiere pensar que todo es humo que llega desde Valencia. El propio conseller, Vicent Soler, ha querido apagar el fuego apuntando que sólo se trata de un tema en manos de un comité de expertos que trabaja en la reforma tributaria autonómica. No lo ha conseguido porque el asunto viene de lejos, prácticamente desde el inicio de la legislatura cuando lo deslizó la secretaria autonómica Clara Ferrando. El propio presidente, Ximo Puig, no ha terminado de tranquilizar los ánimos de los hoteleros pese a proclamar por activa y por pasiva que no se aprobará nada sin el consenso con el sector. Un sector que en este tema sólo se fía de Francesc Colomer, secretario autonómico de Turismo, contrario a la tasa.
