Aliviar el sentimiento de soledad, favorecer a mejorar el estado físico, aumentar el autoestima o aumentar la oxitocina, la llamada hormona de la felicidad. Estos son sólo algunos de los múltiples beneficios de convivir con mascotas, en especial con perros y gatos.

Tanto especialistas de la salud como psicólogos y terapeutas coinciden en que compartir el día a día con una mascota en casa reporta diferentes impactos positivos a nivel físico y emocional.

De esta forma, diferentes estudios certifican que las personas que tienen perros en sus hogares son más felices y menos propensas a sufrir una depresión. A nivel inmunológico desarrollan una mayor resistencia a las alergias y, además, presentan una salud cardiaca más fuerte, ya que tan sólo el hecho de acariciar a un perro reduce la presión arterial y la frecuencia cardíaca.

Por otro lado, el hecho de realizar una actividad tan cotidiana y sencilla como sacar al perro a pasear permite a sus dueños practicar ejercicio con más frecuencia y favorecer el contacto social, en especial para aquellas personas que viven solas.

Los niños

Los beneficios de tener un mascota implican a las personas en cualquier rango de edad pero en especial a los más pequeños de la casa. Los especialistas coinciden en que crecer con un perro, un gato u otra mascota doméstica incrementa el sentimiento de respeto hacia los animales y hacia otras personas en el proceso de aprendizaje de los niños. Del mismo modo les permite conocer de primera mano lo que supone ser responsable de otro ser vivo y desarrollar otras capacidades como la de comunicación así como favorece a aumentar su autoestima.

Zooterapia

Por otro lado, en los últimos años de han incrementado los avances y terapias con animales en enfermedades como el alzhéimer o síndromes de down, el autismo o casos de parálisis cerebral. Habitualmente las terapias se realizan con perros, gatos, caballos, aves, conejos y delfines y el objetivo radica tanto en mejorar la seguridad de los pacientes como mejorar su calidad emocional.

Las mascotas en casos como el alzhéimer por ejemplo permiten desarrollar la estimulación mental a través de juegos, aumentar el contacto con otras personas y la interacción con ellas tiene una función de reminiscencia, es decir, permite a los pacientes recordar sus vivencias con otros animales del pasado de una forma positiva.

Si bien los expertos coinciden en las ventajas de compartir la vida con los animales, desde las veterinarias y protectoras de animales advierten que la decisión de adoptar una mascota conlleva una responsabilidad y por ello siempre piden a sus futuros dueños que mediten esta decisión para que finalmente los animales reciban la atención y cuidados que merecen.