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La Universidad se une al rechazo a la tasa turística

Los expertos de la UA consideran una barbaridad aumentar la presión fiscal sobre el alojamiento

La Universidad se une al rechazo a la tasa turística ISABEL RAMÓN

Expertos en Turismo de la Universidad de Alicante se sumaron ayer al rechazo expresado por la patronal hotelera de la Costa Blanca y el propio secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, a que la Conselleria de Hacienda cree un tasa para gravar el alojamiento hotelero, en el marco de la reforma tributaria que prepara para 2017.

Aunque desde Hacienda ayer se volvió a incidir que en estos momentos no hay nada decidido y no habrá ningún movimiento hasta que no se presente el informe de la comisión de expertos creada al efecto, el sector turístico alicantino recela desde finales del año pasado. Ayer, Tomás Mazón, director de la cátedra «Pedro Zaragoza» de la Universidad de Alicante y Javier Jiménez, director del «Máster de Dirección de Hoteles», trasladaron su negativa a la creación de nuevos impuestos y, por tanto a aumentar la presión fiscal.

Tomás Mazón, director de la Cátedra Pedro Zaragoza, subrayó que «no estoy de acuerdo con la implantación de una tasa turística. Aunque el sector turístico se encuentre en un momento coyuntural muy favorable, no tenemos que dejar de tener presente que es una actividad sumamente retráctil. Los buenos tiempos pueden convertirse de la noche a la mañana en peligrosas tempestades de las que tantos ejemplos tenemos de épocas pasadas. La bonanza hay que aprovecharla para hacer políticas orientadas a mejorar el sector y no a gravarlo con nuevos impuestos. Un sector como el turístico, que tan bien ha sabido sortear la crisis económica iniciada en 2008, con altas tasas de mantenimiento del empleo, se merece todo menos que lo zarandeen».

Mazón comparte el mensaje de los empresarios.«Elemental. El modelo de la Costa Blanca está centrado en lo que se conoce como turismo residencial o de segunda residencia. Hay localidades en las que la planta hotelera es casi testimonial. Municipios que contarán este verano con la visita de doscientas, trescientas o cuatrocientas mil personas y, de todo este contingente, solamente pagarían la tasa turística doscientas, trescientas o menos de mil personas que son las plazas hoteleras con las que se cuentan». Mazón aseveró que «no tiene sentido que algunas localidades recauden 300 euros al día en verano. Los perjudicados serían los hoteleros de Benidorm, casualmente los que con sus empresas ofrecen empleos a los alumnos que salen con la formación adecuada».

Los hoteleros reclaman al Consell que mejor haría por controlar la oferta alegal de alojamiento, también conocido como «sumergido». ¿Podría ser un camino? «Llamar alegal a lo ilegal es un eufemismo. Por supuesto que hay que controlar las decenas de miles de alojamientos que salen al mercado de forma clandestina y son una gran bolsa de dinero negro. Pero, claro, esto es más complicado. Lo fácil es la tasa».

Javier Jiménez, director del «Máster de Dirección» de Hoteles de la Universidad de Alicante, se sumó también al rechazo expresado por los empresarios. Jiménez, que ha trabajado como guía en muchos países con tasas similares, advierte de que «estamos ante un tema muy complicado debido, sobre todo, a que en la Costa Blanca donde se trabaja con touroperadores que prevén las temporada y las ventas con mucha antelación».

Jiménez recordó que «hay miles turistas que compran sus vacaciones en folleto y con un determinado precio cerrado. Si luego hay subida del precio ellos no lo pueden repercutir en el cliente y al final será el hotelero el que lo pague. Mi opinión es de rechazo».

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