La tasa divide Consell. El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, el hombre elegido por el presidente Ximo Puig para pilotar la política turística autonómica esta legislatura, lanzó ayer un claro mensaje al conseller de Hacienda, Vicent Soler, al rechazar de plano del planteamiento de un sector de la Generalitat para aprobar una tasa que grave el alojamiento hotelero en la Comunidad, tal como hacen los ejecutivos autónomos de Cataluña y Baleares. Colomer aclaró que se trata de una «hipótesis de trabajo» pero yo tengo muy claro que no es momento de implantar tasas a una actividad muy importante y que justo ahora está remontando. Además, soy un defensor de la gobernanza colaborativa y no se puede plantear sin hablar con el sector».
Colomer no quiso echar más leña al fuego por los movimientos de sus compañeros de Ejecutivo pero subrayó que «mis objetivos al frente de la Agencia Valenciana de Turismo son promover la innovación, que el sector sea cada día más rentable, la desestacionalización y la lucha contra el intrusismo. Estoy convencido de que si somos capaces de controlar esa práctica contaríamos con muchos más ingresos que con tasas». En este sentido, el presidente del Consell, Ximo Puig, también se mostró prudente pero dentro de la ambigüedad en la que se mueve desde que surgió la polémica a finales del año pasado. «Hay un grupo de trabajo que debe decidir sobre las fuentes de ingresos y todavía no hay tasa y si la hay será si logramos consenso con el sector».
Por su parte, el conseller de Hacienda, Vicent Soler, subrayó que la decisión no está tomada ahora mismo y será el trabajo de la Comisión de Expertos la que marque la opinión al respecto». «La comisión tiene como objetivo poner orden en el sistema de tributos valencianos, hacerlo progresivo y que pague el que más tiene y la lucha contra el fraude. En cuanto a la tasa, hoy, ninguna predisposición ni a favor ni en contra».
Diputación Provincial
Mientras, en la Diputación Provincial, la noticia se recibió como una nueva agresión a los intereses turísticos de la Costa Blanca, apenas un mes después de que el Consell aprobara el 4 de marzo el decreto que interviene las competencias turísticas de la corporación provincial. El presidente de la institución, el popular César Sánchez, calificó de «error» la posible implantación de la tasa turística y lamentó que las empresas turísticas puedan verse abocadas en 2017 a tener que hacer frente «a más cargas impositivas» y nuevos gravámenes en un contexto de crisis para el sector. «No es el momento de decretos, ni de imposiciones, sino de decisiones compartidas», recalcó Sánchez, que volvió a pedir que se cuente con los empresarios y profesionales antes de plantear medidas de tanta incidencia. «Tenemos que estar a su lado para ayudarles a que sigan generando economía, empleo y para que tengamos un mejor bienestar en la provincia y en la Comunidad», apostilló.
Con carácter casi premonitorio, la Diputación ya debatió en diciembre pasado la posible aplicación de una tasa turística. A propuesta del PP, los populares y Ciudadanos aprobaron una declaración institucional de rechazo al nuevo gravamen, mientras que PSOE, Compromís y EU votaron en contra. «La sola idea de imponer una nueva tasa turística supone toda una declaración de intenciones centrada en presionar al empresariado reglado, en lugar de perseguir, por ejemplo, la actividad que opera al margen de la ley o del fisco», destacaron los populares.
