«Me mandan de Suma porque no sabía que el IBI había vuelto al Ayuntamiento. Todos los años fracciono el pago y venía a eso», dijo el alicantino Rafael Ordován mientras aguardaba su turno, ayer por la mañana, en las oficinas de Tesorería del Ayuntamiento de Alicante. Llevaba 23 minutos esperando y aún le quedaban trece números para que le llamaran. Otro ciudadano, Juan Belda, también tenía dudas sobre el pago aplazado del impuesto. «Venía a fraccionar el pago pero nos lo están poniendo más complicado que el año pasado porque Suma permitía hacerlo por teléfono y ahora no, es presencial, hay que venir aquí». También Antonia Gallego quería fraccionarlo porque tiene que pagar una elevada cantidad. «Me lo han subido a 1.500 euros, me lo cargan a primeros de mayo y quiero ver si lo puedo fraccionar porque es mucho y me quedo sin dinero».

Y es que las oficinas municipales de gestión de impuestos llevan toda la semana registrando por las mañanas largas colas de contribuyentes, que están relacionadas con el Impuesto de Bienes Inmuebles, cuya gestión recupera este año el Ayuntamiento después de dos ejercicios en manos de Suma, el organismo de gestión tributaria de la Diputación Provincial, que se encarga de la recaudación de la mayoría de municipios alicantinos.

En el caso del IBI, se encuentra en periodo voluntario de pago hasta el 31 de mayo, y las dudas de los ciudadanos surgieron desde el inicio de la campaña. Antonio Ivorra, que también acudió a las oficinas municipales de Tesorería para gestionar el fraccionamiento del pago del tributo, llegó a las 11.27 horas y a las 12,10 seguía a la espera. Paquita G. L. también quería fraccionar el pago del recibo y aseguró que tuvo que esperar casi una hora para ser atendida. Mavi Aroca también permaneció en las oficinas municipales alrededor de 20 minutos para una gestión referente a la plusvalía y después tuvo que acudir a la oficina que hay en los bajos del Ayuntamiento para seguir con otros trámites.

El fraccionamiento es lo que más dudas genera. El Ayuntamiento ofreció la posibilidad de aplazar el pago hasta en cinco meses sin intereses, pero la fecha para solicitarlo ha expirado. Sólo quienes están en el paro pueden acogerse a ello todavía. El resto sí que puede acogerse a las facilidades de pago aplazado, pero conlleva el abono de intereses. Quienes tengan el recibo domiciliado será cargado en su cuenta el 3 de mayo.

El Ayuntamiento prevé recaudar algo más de 84 millones de euros con el IBI, es decir, que es una de las principales fuentes de ingresos para el presupuesto municipal de 2016 que el equipo de gobierno quiere aprobar la próxima semana (el 28 de abril) de forma definitiva, según anunció ayer el portavoz del tripartito, Natxo Bellido. Con el impuesto de vehículos que se pondrá al cobro en otoño, por ejemplo, ingresarán casi 15 millones de euros por 12 millones por el impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos, siete por el de actividades económicas y 5,2 por el IRPF. También obtendrán ingresos por impuestos indirectos y por tasas y servicios públicos.

En relación al IBI, el tripartito tiene intención de ofrecer un nuevo servicio de atención telefónica a los contribuyentes que se prolongará hasta las 20 horas. Según explican desde la Concejalía de Hacienda, se trata de recuperar un servicio que se prestaba hasta 2013. También en las Juntas de Distrito se realizan trámites básicos para los recibos que pueden ayudar a resolver dudas.

El rescate de la gestión de los tributos municipales que el Ayuntamiento cedió a Suma desde el ejercicio de 2014 a través de un convenio fue una de las primeras medidas del tripartito. Este acuerdo contemplaba el pago de 2,2 millones de euros anuales a Suma, que a cambio se comprometía a adelantar al Ayuntamiento seis millones de euros mensuales de enero a mayo. El tripartito quiso recuperarlos asegurando que las arcas municipales ahorrarían cuatro millones con la gestión directa en periodo voluntario.

Algunos contribuyentes expresaron a este diario su temor de que esto no sea así. «Sería interesante que los ciudadanos supieran qué nos cuesta esa ruptura de contrato», coincidieron.