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Los lingüistas abogan por reconciliar las letras con las matemáticas

Investigadores filólogos reivindican la estadística en la enseñanza de las Humanidades

Los lingüistas abogan por reconciliar las letras con las matemáticas

Expertos en Lingüística de todo el mundo han reivindicado este fin de semana en Alicante Alicante la enseñanza de las matemáticas como pilar del currículo para los alumnos de Secundaria, sea cual sea la vía que elijan, ya sean Ciencias o Letras, así como la enseñanza de la gramática en los idiomas desde que somos pequeños.

Son algunas de las conclusiones del XXXIV Congreso Internacional de la Asociación Española de Lingüística Aplicada (AESLA), que ha reunido en el Palacio de Congresos de Alicante a los mayores expertos sobre el tema desde el pasado jueves, organizado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alicante.

Frente a la división de especialidades en que se distribuyen las asignaturas para el alumnado en los institutos, el catedrático de Filología inglesa e investigador del ámbito de las Humanidades, Pascual Cantos, reivindica «el uso y aplicación de la matemática en la lingüística, porque se da la paradoja de formar especialistas sobre el artículo indeterminado que no saben de verbos intransitivos».

Para este filólogo «el potencial de la formalización objetiva de las matemáticas no se encuentra en otra ciencia». No comulga con la forma en que están establecidos actualmente los currículos de la enseñanza.

«Yo me planteo un problema lingüístico partiendo, por ejemplo, de una persona que padece alzheimer, y lo resuelvo con las matemáticas porque uso la estadística para discriminar a priori, y sin diagnóstico médico, qué personas pueden padecer esta enfermedad».

Indicadores

Cantos explica que los afectados de alzheimer presentan indicadores implícitos en su discurso porque sobreutilizan los adverbios de lugar; la longitud media de sus oraciones es menor; y tampoco tienen la posibilidad de un pensamiento complejo.

Con una media de 300 variables comparadas entre una persona sana y otra afectada, el investigador descarta mediante la estadística los marcadores que discriminan menos para quedarse con los índices más determinantes.

«De esta forma, la clasificación automática de un texto por sus componentes discursivos es posible asimismo sin necesidad de leerlo. Algo tan caótico como el lenguaje tiene una base matemática muy importante que se desaprovecha por la falta de esta formación en las áreas humanísticas», sentencia.

Los congresistas lamentan que se clasifique al alumnado de Ciencias y de Letras, porque contribuye a que los primeros crean que no necesitan leer El Quijote y que los segundos no molesten en sumar ni restar, «cuando la matemática es una disciplina básica para comprender la vida y nuestra realidad, y en el ámbito de la Lingüística es fundamental», aseveran.

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