Licenciada en Ciencias Ambientales, campeona autonómica de Caza Menor con perro, Carla decidió competir por la insistencia del vicepresidente del club de cazadores de Muro. La experiencia le ha encantado por las sensaciones vividas, por cazar con su perro en cotos desconocidos para ambos, por el bienestar físico y por la gente y el apoyo recibido. Haber coincidido con otras mujeres cazadoras ha sido una gran experiencia. Desde que compite le acompaña su amigo Josele, que le ayuda a entrenar. «Ser mujer cazadora no es ninguna rareza aunque reconozca que somos muchas menos que los hombres, y creo que es por los estereotipos de la sociedad en la que vivimos, donde se enseña a las niñas a jugar con muñecas y a los niños con camiones». Desde este año es vocal de la Federación Alicantina de Caza. 40.000 escopetas. Entre sus recuerdos, aquellos inicios de niña asistiendo a la caza del tordo a la «joca» (al atardecer), en una zona de la sierra de la Solana del Benicadell que se quemó y fue repoblada en parte por los cazadores. Allí sus juguetes favoritos eran las vainas de los cartuchos que llenaba de tierra.
¿Cómo fue iniciarse en el mundo de la caza, actividad ligada tradicionalmente a los hombres? ¿O me equivoco?
No se equivoca, pero tiene más peso la trasmisión que hacen los padres a sus hijos, o hijas. Así ha sido en mi caso. Es un deporte tradicional en mi familia que me dio a conocer mi padre, iniciándome en la afición que su padre también le había transmitido a él. Sí que es verdad que la mayoría de las personas que practican la caza son hombres, pero las mujeres también podemos ser cazadoras perfectamente, ya que, como en la mayoría de los deportes, la práctica no está condicionada a un sexo en exclusiva, y mucho menos en el siglo XXI donde la igualdad de género es evidente e indiscutible en cualquier asunto.
Campeona autonómica de Caza Menor con Perro ¿Es la primera mujer? ¿La prueba era mixta o sólo para mujeres?
Para mí fue mi primer campeonato autonómico pero la prueba en sí tiene ya tres ediciones. Sí que había competido en el provincial, que es el paso obligado para llegar al autonómico, y pese a ser la primera vez quedé campeona. Esto, lógicamente, me motivó a seguir compitiendo y pude acudir al Campeonato de España, donde quedé descalificada por llegar dos minutos tarde al control. Se informó de un cambio de horario justo antes de empezar por la megafonía, que no escuché.
¿ Y ahora qué?
He alegado y espero la resolución de la Real Federación Española de Caza. Las pruebas se realizan el mismo día para hombres y mujeres, en el mismo espacio y con las mismas condiciones pero la clasificación es por género. Hay muy buenas deportistas en la Comunidad Valenciana en el mundo de la caza, y desde la Federación se está potenciando la presencia de la mujer en las diferentes pruebas provinciales y autonómicas, donde ya compiten los hombres y anteriormente no había demasiada representación femenina.
¿Qué opina de los detractores de la caza, de las personas que les acusan de ser esquilmadores de la fauna?
Hablan con desconocimiento del mundo de la caza y de los cazadores. Creo que tenemos la asignatura pendiente de comunicar todo el trabajo que hacemos para mantener los ecosistemas y el equilibrio de especies, es decir, de todo el conjunto que forma el medio ambiente. Es muy importante dar a conocer las actuaciones cotidianas de los cazadores para que la parte de la sociedad que nos ve negativamente nos conozca y cambie su visión. La Federación difunde ahora activamente estas actividades en la nueva web y en Redes Sociales.
¿Se considera ecologista?
Por supuesto. Soy una persona que dedico mi vida al medio ambiente, lo respeto, lo cuido y actúo cuando es necesario. Estudié la licenciatura de Ciencias Ambientales porque la naturaleza es mi pasión y donde realizo mi principal afición y deporte. Gracias a la caza conocí el increíble mundo del medio ambiente, y actuando conscientemente se crea una simbiosis muy positiva. La caza es una de las modalidades deportivas más reguladas que existen.
Explíquese.
La ley establece qué especies cinegéticas podemos cazar, en qué terrenos, con qué cupos, en qué periodos, horarios y días. Y tiene una función, ya que existen unos desequilibrios en la cadena alimenticia donde el cazador es una pieza clave para que podamos tener diversidad de especies y control de poblaciones, para evitar los problemas que generan algunas de ellas, como el jabalí y el conejo, por ejemplo. Además, los beneficios que aportan los cazadores al medio son enormes, ya que el mantenimiento de la fauna del entorno es permanente durante los 365 días del año.
¿La caza lo ocupa todo en sus ratos de ocio o, imagino, que también tiene otras aficiones?
Me considero una joven actual, con mis estudios universitarios, mi trabajo, mi familia y mis amigos, donde la caza es compatible con el resto de actividades que hacemos los jóvenes. La caza encaja perfectamente en el mundo de hoy en día, como cualquier otro deporte. Sí que es cierto que la forma de vivir en las ciudades es diferente a la de los pueblos, donde el contacto con la naturaleza es mayor y prácticamente diario, y vivimos en estrecha relación con la naturaleza. Es normal que las personas que no tienen un contacto continuo con la naturaleza piensen que las perdices, conejos y otras especies pueden vivir de forma natural, pero no es así en los ecosistemas donde habitan, porque sin la ayuda de las siembras cinegéticas, bebederos y demás acciones antrópicas de mantenimiento que realizamos los cazadores, no podrían sobrevivir. Y menos con el clima y épocas de sequía que tenemos en la cuenca mediterránea.
¿Cómo está ahora mismo la caza en Alicante y en la Comunidad Valenciana?
En general goza de buena salud y entre nuestras funciones como Federación es que siga siendo así. Por eso trabajamos en distintas líneas para que cada vez seamos más y más fuertes, mejorando los servicios a los federados, que son nuestra razón de ser, potenciando las competiciones deportivas, y dignificando la figura del cazador que es injustamente atacada. En la Comunidad Valenciana muchos se sorprenden cuando decimos que somos unos 40.000 cazadores federados, a los que hay que sumar otros muchos que aún no pertenecen a la Federación, lo que nos coloca en la segunda federación, por número, tras el fútbol.
¿Cuántos son hombres y cuántas mujeres?
En cuando al número de mujeres estimamos que hay unas 250 cazadoras federadas. Seguramente seamos muchas más, pero no podemos saber la cifra con exactitud porque el sistema informático utilizado no clasifica por género a los federados. Hay una gran diferencia numérica y de ahí surge la necesidad del cargo que ocupo en la junta directiva de la Federación. Vamos a potenciar a la mujer en el mundo cinegético.
¿Como directiva de la Federación de Caza, qué opina de los que sostienen que no existe un problema con el Arrui?
La Ley Autonómica de Caza considera al arruí una especie cinegética con limitaciones a su transporte, comercio y liberación de ejemplares vivos por ser una especie invasora. Ahora, el Tribunal Supremo lo ha considerado invasor y obliga a su exterminio. Sin embargo desde la Federación consideramos que el arruí tiene un alto valor para nuestro entorno y así se lo hemos trasladado a la Conselleria de Medio Ambiente en las alegaciones presentadas esta semana. Es una especie de alto prestigio en la caza mayor, que escasea en otras zonas geográficas españolas y que mantiene en nuestra provincia una afición por la caza necesaria para el control de otras especies, como el jabalí o el conejo.
O sea, que desde su punto de vista es importante.
Genera turismo cinegético, que a su vez dinamiza la economía rural. Y en el apartado medioambiental el arruí suple la carencia de ganado caprino que limpia y desbroza el monte creando cortafuegos naturales, muy importantes en la prevención de incendios forestales. La experiencia nos dice que donde hay arruí se regeneran pastos que favorecen el hábitat de especies de caza menor y otras especies selváticas. Eso sí, adecuando la gestión para que sea compatible con la agricultura.
¿Cuál serían sus vacaciones ideales? ¿Un safari?
Lo más importante en unas vacaciones es poder contar y disfrutar de la compañía que me apetece. Por mi pasión por la naturaleza, siempre intento en mis vacaciones poder disfrutarla, pero no necesariamente en un safari.
