Profesorado de las escuelas de idiomas de toda la provincia se concentraron ayer a la puerta de los centros para presionar a la Conselleria de Educación y conseguir una mesa de negociación específica para este sector, que quiere recuperar los niveles de calidad de educativa que se han visto afectados, afirman, por los recortes en años anteriores.

El profesorado ha asumido y respalda el documento aprobado por el claustro docente de la Escuela Oficial de Idiomas de Alicante, que exige que se suprima de manera urgente el quinto grupo de alumnos para cada profesor que se implantó para recortar plantillas. El delegado de CC OO, Francisco García, asegura que sólo hay otra comunidad autonómica, la de Castilla La Mancha, que tampoco ha echado para atrás este quinto grupo por docente.

Asimismo reclaman las 20 horas lectivas y el mantenimiento de una oferta «adecuada a la demanda en todos los idiomas». En esta línea hacen referencia a la exigencia de recuperar grupos de alumnos para el aprendizaje del ruso, el portugués y el griego, todos ellos eliminados en buena parte de los centros oficiales a consecuencia de los recortes en la enseñanza.

Los docentes aseguran que la pérdida de profesorado a consecuencia del decreto 14/2012, que aumentó el número de horas lectivas y redujo las plantillas, ha tenido graves consecuencias en la calidad de la enseñanza que recibe el alumnado en las Escuelas de Idiomas. «También la organización de horarios para poder cuadrar la oferta de cada centro, atendiendo al aumento de cuatro a cinco grupos de alumnos por profesor, ha perjudicado al alumnado que mayoritariamente, si puede escoger, prefiere los grupos alternos», explican.

Bajas

Sesiones continuas de seis horas por profesor «tienen un efecto muy negativo en el rendimiento del docente, lo que ha provocado un incremento de las bajas por enfermedad y de la reducción de horarios que, al no cubrirse con un sustituto, ha acabado repercutiendo en otros docentes que han tenido que aceptar alumnado de grupos distintos», afirman.

Los demandantes resaltan que cualquier medida circunscrita a contabilizar horas presenciales «distorsiona, porque hay muchas otras horas de dedicación».