La comisión municipal para la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica acordó ayer por unanimidad de todos los grupos políticos PSOE, Guanyar, Compromís, PP y Ciudadanos eliminar del callejero los nombres fascistas vinculados al golpe militar de 1936, a la Guerra Civil y a la represión franquista. La intención es sustituirlos por sus nombres antiguos o por los de personas republicanas, de mujeres relevantes y por otros que respondan a las reivindicaciones de diferentes colectivos ciudadanos. La Concejalía de Memoria Histórica pretende realizar una propuesta concreta, con un listado de calles, plazas y espacios públicos, para poder comenzar a realizar las modificaciones antes del verano.

Aunque colectivos como Alicante Vivo cifran en alrededor de 90 las calles con nombres vinculados al franquismo, muchas de ellas han perdido esa connotación. Por ejemplo, las calles Italia, Portugal o Alemania, que quedarían excluidas del cambio de nombre. A juicio de esta agrupación, hay unas 23 calles que deberían ser sustituidas de inmediato, como Teniente Coronel Chápuli o Teniente Álvarez Soto, entre otros. No obstante, todavía no hay un listado oficial sobre los nombres de calles y plazas a retirar.

Ayer, no obstante, se dio el primer paso en firme con la aprobación de los criterios objetivos en los que la Concejalía de Memoria Histórica se basará proponer un listado. La comisión, integrada por ediles de todos los grupos políticos del Ayuntamiento, y otros miembros con voz pero sin voto (representantes de las juntas de distrito, de la comisión para la Recuperación de la Memoria Histórica, Alicante Vivo, comerciantes y de la Universidad de Alicante, entre otros) avalaron por «unanimidad» «unanimidad»los criterios, según destacó la edil del área, María José Espuch.

Esos criterios plantean suprimir el nombre de calles y plazas que incluyan a personas adscritas a organizaciones fascistas, vinculadas al golpe militar de 1936 o con especial significación en hechos violentos. También combatientes de la División Azul, militares con responsabilidad de mando que participaran en el golpe o en la posterior Guerra Civil. Los nombres de personas que fueran miembros del gobierno durante la dictadura franquista o fechas conmemorativas de hechos relacionados con la sublevación del 36, la Guerra Civil o la dictadura franquista. Quedan excluidas las personas que jugaron un papel relevante en la Transición.

No es la única excepción. No se eliminarán los nombres que, pese a su vínculo con el régimen fascista, se refieran a nombres geográficos (como países o ciudades). Tampoco de las personas fusiladas en Alicante que no estén en los supuestos anteriores y se buscarán nombres de republicanos fusilados para incorporarlos al callejero. No se eliminarán tampoco los nombres de alcaldes pese a que lo fueran en dictadura, por ejemplo el de Agatángelo Soler.

Los criterios también contemplan revisar las palabras alusivas a hechos bélicos, como «batalla», o completar y corregir el texto de placas explicativas, como la de Canalejas. Otro de los acuerdos es modificar la ubicación de algunas calles, como la del primer alcalde democrático, José Luis Lassaleta o el barco Stanbrook, para darles más relevancia en la ciudad.

El jefe de Memoria Histórica del Ayuntamiento, Pablo Rosser, explica que el objetivo pasa por aplicar la Ley de Memoria Histórica. El área pretende que los cambios en el callejero comiencen a aplicarse antes de verano. Rosser considera que, según estos criterios aprobados, plazas como la de la División Azul o barrios como el de José Antonio tendrían que cambiar su nombre. No obstante, es ahora cuando el área de Memoria Histórica elaborará el listado de todas las calles y plazas que no pasen ese «filtro» acordado. Después, se someterá a la consideración de la comisión para que se presenten enmiendas y el listado definitivo deberá aprobarse en pleno. Posteriormente, el área de Estadística iniciará los cambios, con un plazo sujeto a «la disponibilidad de presupuesto», indica Rosser, quien sostiene que «si no se pueden eliminar de golpe, habrá que fijar prioridades».