Un apoyo y atención completa a quienes además de padecer alguna una enfermedad carecen de una red familiar y social que les pueda respaldar. Esta es el esencia del proyecto Véritas de Cáritas Diocesana Orihuela-Alicante, que se puso en marcha en la ciudad de Alicante hace más de veinte años y que recibe el apoyo financiero de la Obra Social de La Caixa. La Casa de Acogida Véritas ofrece alojamiento a estas personas y además les permite disfrutar de una atención que potencia su bienestar tanto psíquico, como físico y espiritual, proporcionando para ello todos los medios humanos y materiales suficientes para lograr la máxima autonomía y reinserción posible así como la mejora de la calidad de vida.

La Casa de Acogida Véritas, que se encuentra en el barrio de San Agustín de Alicante, cuenta con 14 plazas. Además, para las personas con mayores posibilidades de promoción Cáritas Diocesana dispone de un piso de acogida tutelado, con tres plazas residenciales integrado, a su vez, en toda la programación y acción del proyecto Véritas.

Este tipo de proyecto, tal como señalan desde la entidad, es el único de estas características y tipología que se desarrolla en la Comunidad Valenciana. El proyecto contempla un apoyo integral que incluye la atención residencial a las necesidades básicas del individuo como cobijo, alimentación, higiene y apoyo emocional y, también, la intervención profesional desde las áreas social y sanitaria.

Objetivos

De esta forma, la iniciativa se convierten en un espacio de acogida residencial y tratamiento terapéutico multidisciplinar, dirigido a la atención de personas en situación de exclusión severa, que además tienen dificultades de salud y con ausencia de redes de apoyo socio familiar capaces de acompañarles en su proceso de inserción. «Hablamos de situaciones muy duras que requieren un gran apoyo. Si bien cabe destacar que la misión de la Casa de Acogida Véritas ha cambiado mucho, ya que hace décadas a las personas se les daba unos cuidados paliativos, mientras que ahora, gracias a los grandes avances médicos y de tratamientos, se busca aumentar su autonomía y desarrollar sus capacidades», explica el secretario general de Cáritas Diocesana Orihuela-Alicante, Francisco Javier Ruvira.

Los beneficiarios de este servicio llegan a la Casa de Acogida por diferentes vías. Por un lado, se propone el ingreso de personas a través de otros recursos que dispone Cáritas Diocesana, también desde las diferentes parroquias, y desde los hospitales o ayuntamientos. No existe un tiempo de estancia mínima o máxima, sino que, tal como recuerda Ruvira, depende más de la voluntad de las personas que reciben esta atención. Además, señala el secretario general, la inserción de estas personas requiere un tiempo muy prolongado y su progreso depende de las decisiones que vayan adoptando.