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El turismo se engancha al agua del Tajo para blindarse y evitar cortes en el suministro

Agricultura invierte 6 millones en reparar el canal para llevar caudales del Taibilla a Benidorm

El turismo se engancha al agua del Tajo para blindarse y evitar cortes en el suministro

El Ministerio de Agricultura ha iniciado las obras para poder asegurar y garantizar el abastecimiento de agua a cerca de un millón de personas, entre turistas y vecinos, el próximo verano gracias a la remodelación del trasvase subterráneo que conecta el barrio alicantino de Rabasa y la desaladora de Mutxamel con el depósito desde donde se inyecta el agua potable a la red urbana de Benidorm.

El grueso de los trabajos se localiza en unos terrenos entre El Campello y Aigües, donde se están reparando varios tramos de la tubería, que tras más de 20 años prácticamente sin utilizarse tenía fugas al haberse partido en muchos puntos. El objetivo es tener todo preparado para junio, cuando se espera un aluvión de turistas en la que se presume será la mejor temporada alta de la historia. Además, en el proyecto, que tiene un presupuesto de 6 millones de euros, se incluye la conexión de la desaladora de Mutxamel con Benidorm, para subsanar así el «olvido» de la empresa estatal Acuamed, promotora de la planta. A partir de estas dos actuaciones, Benidorm quedará blindada ante posibles cortes de agua al poder acceder a los recursos del Tajo-Segura a través del Taibilla, los acuíferos del Vinalopó, el trasvase del Júcar y la desalación.

La conducción Rabasa-Fenollar, cuya longitud total es de seis kilómetros, estaba al límite del agotamiento estructural, por lo que era necesario mejorar su grado de aprovechamiento para abastecer a la Marina Baixa. Las obras se desarrollan entre San Vicente y Benidorm e incluyen la conexión de la desaladora de Mutxamel con la capital turística, que corría el riesgo de quedarse sin suministro.

Las obras se han dividido en cinco lotes, de los cuales cuatro de ellos se centran en la reparación mediante el desdoblamiento de varios tramos de la conducción, debido a que el estado actual en que se encontraba no permitía asegurar su funcionamiento, que se considera imprescindible para atender las necesidades de abastecimiento a la población.

Benidorm y la comarca de la Marina Baixa, que concentra el 60% del total de los turistas que llegan todos los años a la provincia, necesita un caudal en torno a los 12 hm3 al año para garantizar todos sus usos de agua, ya que con los recursos propios resulta imposible, sobre todo en el escenario del ciclo seco se repite cada 15 años.

La canalización que se está reparando ahora ya dio problemas el pasado verano, cuando se aprobó un «trasvase» de urgencia de 5 hm3 de agua del Taibilla a Benidorm para impedir restricciones en pleno verano. Hasta en dos ocasiones la tubería reventó debido a la presión del caudal, en concreto el 14 de julio y el 31 de agosto. Se optó entonces por una reparación integral de la conducción.

Por otro lado, el proyecto para conectar la Marina Baixa con la desaladora de Mutxamel también incluirá a medio plazo las obras de regulación y distribución necesarias para abastecer de agua potable a los municipios de El Campello y Mutxamel y el norte de la ciudad de Alicante con la construcción de tres depósitos con un volumen total de 16.000 m3, cuatro estaciones de bombeo y 26 kilómetros de conducciones.

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