La falta de conservación y el poco uso que se ha hecho de la canalización Rabasa-Fenollar-Amadorio han provocado que se haya perdido un caudal importante de agua potable que, además, provocó pérdidas como fue la inundación parcial del restaurante Casamar, entre Agost y San Vicente en agosto de 2015 cuando la canalización que pasa por allí explotó debido a la presión provocando un gigantesco géiser de agua. En esta imagen otra rotura de la tubería, el 14 de julio del año pasado.
Incidencias
Dos grandes escapes en tan sólo quince días
Para ver este vídeo suscríbete a Información o inicia sesión si ya eres suscriptor.
¿Ya eres premium? Inicia tu sesión aquí