El alcalde, Gabriel Echávarri, mantiene su enroque sobre la libertad horaria comercial en la ciudad y ayer reiteró en varias ocasiones: «El debate está cerrado». El regidor insiste en que el pleno rechazó tanto su propuesta de permitir a todas las grandes superficies de la ciudad, incluidas las de los barrios, abrir todos los domingos y festivos del año como la alternativa del PP para reabrir inmediatamente Maisonnave todos los festivos y limitar las aperturas dominicales del resto a las épocas vacacionales.

«El PSOE ocupa una centralidad, política y sociológica, y a la izquierda y a la derecha del PSOE han dicho que no», argumentó el primer edil. Echávarri considera que es la Justicia la que adoptará una decisión en referencia a los recursos judiciales de las grandes superficies y que «no puedo hacer más que justificar lo que hice, que era una buena medida».

Sobre la petición pública realizada por los comerciantes para abrir al debate la libertad horaria y tratar de consensuarla, Echávarri sostiene que «no me han pedido diálogo por escrito» e incidió en que «el debate está cerrado y la ciudad sigue». De esta manera, aunque a preguntas de este diario aseguró que «siempre hay margen para el diálogo», agregó que en este caso «ya he estado un mes y medio hablando» y que ahora es momento de centrarse en el plan de apoyo al pequeño comercio que presentó. Indicó su intención de lograr «el mayor consenso posible» e instó al director general de Comercio, Natxo Costa, a «dotarlo de fondos».

Por otro lado, Echávarri se refirió al ATE de Ikea asegurando que no tienen constancia oficial de modificación alguna y que «hasta que la Generalitat no diga que 'no' o renuncie el promotor, el Ayuntamiento no volverá a ser un actor en esa partida» para negociar la llegada de Ikea.