El Ayuntamiento de Alicante y la Conselleria de Educación buscan fórmulas para facilitar la implantación de más líneas en valenciano en los institutos de la ciudad, que faciliten que los alumnos que cursan estos programas en Primaria puedan continuarlos una vez que pasan a la ESO. Según explicaron ayer fuentes municipales, la concejal de Educación, María José Espuch, y el director general de Política Educativa de la Generalitat, Jaume Fullana, se reunieron para analizar el diseño de la adscripción entre los centros de Primaria y Secundaria de Alicante y sentar las bases de su posible revisión, de manera que quienes cursen la primera etapa educativa en valenciano puedan seguirla en los institutos.

Las mismas fuentes señalaron que la idea es «revisar y asegurar que existe un número suficiente de plazas», de forma que «todo el alumnado pueda continuar sus estudios» en el mismo programa lingüístico que haya cursado hasta ese momento. Al respecto, la edil de Educación señaló que «no todos los centros con enseñanza en valenciano de Primaria están vinculados a centros de Secundaria con esta misma modalidad», y algunos de los que sí la tienen, añadió, «no aseguran una oferta mínima que garantice este derecho». Éste es el caso, dijo, de los colegios Benalúa, Pedro Duque y Mora Puchol, dotados con enseñanza en valenciano y adscritos a los institutos Cavanilles, Gran Vía y el Bahía Babel, respectivamente, que carecen de línea en valenciano. En el Pedro Duque y el Mora Puchol aún no se ha producido el problema, pero se dará cuando la primera promoción en valenciano acabe la Primaria.

Espuch insistió en que «esta situación se tendrá que solucionar». Además, consideró necesario revisar la situación de los institutos que, según dijo, no ofertan las plazas necesarias para cubrir la demanda que tienen, como el Jorge Juan o el IES Mare Nostrum. La edil y el responsable del Consell se comprometieron a «asegurar que ningún estudiante se quede sin continuar sus estudios en valenciano por falta de plazas».