Los cientos de peregrinos que en la plaza de Luis Braille escuchan la misa presidida por la Reliquia han sido testigos de las palabras del sacerdote Domingo García Guillén quien en nombre de la Iglesia ha hecho un llamamiento a españoles y europeos ante el drama de los refugiados y ha invitado a recuperar la fe en Dios a través del rostro de los que más sufren. García Guillén, alicantino de Benalua, es uno de los más de mil sacerdotes elegidos por el Papa en todo el mundo para trasmitir la palabra divina en el Año de la Misericordia.

En estos momentos se celebra la comunión.