La decisión del empresario Enrique Ortiz de eliminar del ATE (Actuación Territorial Estratégica) de Rabasa el macrocentro reduciendo el proyecto sólo a la instalación de Ikea, fue recibida ayer en el Ayuntamiento con sorpresa, o eso al menos es lo que aseguraron los portavoces de los cinco grupos con representación municipal, quienes afirmaron no tener constancia del cambio adoptado por la empresa Alicante Avanza tras el rechazo que el proyecto original ha suscitado entre los comerciantes alicantinos, el tripartito y el Consell. La renuncia de Ortiz al macrocentro anunciada ayer en este diario, no parece, sin embargo, que vaya a ser suficiente para contar con el apoyo del equipo de gobierno municipal. Mientras el alcalde, Gabriel Echávarri, no se pronunciaba y se limitaba ayer a decir que «no nos han presentado nada y no tenemos constancia de que haya ningún proyecto nuevo» pero añadía que «ya se empieza a ver que las cosas están cambiando; ahora el Ayuntamiento influye en las decisiones y no como ocurría en época del PP», sus socios en el tripartito coincidieron al afirmar que les parece bien que venga Ikea sin macrocentro pero no en Rabasa, unos terrenos que, a su juicio, están «viciados» por ser propiedad de Enrique Ortiz.

El concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, señaló ayer a preguntas de este diario que «en Guanyar estamos en contra de las ATE porque sustraen al Ayuntamiento la capacidad de decisión y la ponen en manos del Consell». Pavón indicó que «estamos a la espera de que el Consell rechace la propuesta de ATE que hay ahora y creemos que entonces hay que plantear la llegada de Ikea pero no en un ATE, lo que impide que sea en Rabasa porque, como es terreno no urbanizable, necesita esa figura urbanística». Al defender esta postura, Pavón se remite al acuerdo de gobierno del tripartito en el que se instaba a la Conselleria de Ordenación del Territorio a rechazar la propuesta del ATE y se planteaba «la definición de la ordenación de la pieza de Rabasa dentro del nuevo Plan General de Ordenación Urbana» y negociar con Ikea sobre la ubicación con soluciones alternativas. Pavón recuerda que «hay un procedimiento judicial en el plan Rabasa y somos reacios a que Ikea se instale allí». En cualquier caso, el responsable de Urbanismo señaló que «consideramos positivo que se renuncie al macrocentro».

En similares términos se mostró el portavoz del equipo de gobierno, Natxo Bellido, de Compromís, quien considera que «lo que hay que hacer es derogar la ATE de Rabasa», añadiendo que «sin el macrocentro se solucionaría una parte del problema pero nos seguiría sin gustar el sitio. Nosotros apostamos por que venga Ikea a Alicante sin macrocentro comercial pero no en terrenos vinculados con Enrique Ortiz». Con todo, el edil dijo que «a nivel oficial no sabemos nada de que hayan renunciado al macrocentro y estamos esperando que alguien venga y nos lo explique».

En cuanto a la oposición municipal, el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Luis Barcala, se congratuló del paso atrás de Ortiz e instó al tripartito a reaccionar «de forma inmediata» para desbloquear la implantación de Ikea en Alicante «porque resulta estratégico para el diseño de un modelo futuro comercial para Alicante». Para Barcala «la política seguida hasta ahora de absoluta inactividad y parálisis por parte del tripartito se ha convertido en un auténtico problema para esta ciudad» y añadió que «a la falta de modelo comercial se une el mensaje de que en Alicante ninguna gran empresa puede instalarse porque todo son trabas y problemas». Aunque el PP de Castedo apostó por el macrocentro, Barcala recordó ayer que en abril de 2015 su partido cambió de postura, y en la campaña electoral a las municipales ya defendió el sí a Ikea pero no al macrocentro.

Ciudadanos, por su parte, instó ayer al Gobierno local «a no retrasar por más tiempo otras alternativas para Ikea» tal como indicó el portavoz municipal de la formación, José Luis Cifuentes, quien, al igual que Compromís y Guanyar, cree que hay que buscar otras opciones para el emplazamiento de Ikea. Para Cifuentes, «la paralización y previsible rechazo por parte de la Conselleria del ATE de Ikea en Rabasa exige del Gobierno municipal no perder más tiempo con posibles modificaciones y plantear alternativas reales al proyecto actual en un diálogo fluido y necesario con la empresa». A su juicio, «si el Ayuntamiento quiere ofrecer como una más de la posibles alternativas el proyecto de Rabasa sin macrocentro, que lo estudie y lo ofrezca, si lo ve viable, pero que lo ofrezca junto con otras alternativas», y recordó que Ciudadanos planteó la posibilidad de ofrecer al gigante del mueble una ubicación junto a la Ciudad de la Luz. En cualquier caso, Cifuentes indicó que «son muchos años injustificados de retraso y lo importante es lograr la dinamización económica que una empresa como Ikea puede suponer para Alicante».