Diversos colectivos en defensa de la memoria histórica conmemoraron ayer el 77 aniversario del final de la Guerra Civil con homenajes a las víctimas de la contienda y la posterior represión franquista. Alicante y Callosa d'en Sarrià coincidían en que ayer se iban a descubrir placas en sus respectivos cementerios municipales en recuerdo a las personas que, de una forma u otra, perdieron la vida por su lealtad a la República. En la capital, la cita organizada por la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica contó además con el apoyo del Ayuntamiento; por su parte, el acto previsto en la localidad de la Marina Baixa pudo llevarse a cabo a pesar del vandalismo que el monolito sufrió la noche anterior.

El Col·lectiu per la Recuperació de la Memòria Històrica callosino, que organiza este acto desde hace nueve años, había impulsado la construcción en el camposanto de cuatro columnas con los nombres de cerca de 80 víctimas de la localidad. El monumento apareció pintado de rojo y amarillo -a modo de bandera de España-, haciendo que apenas se leyeran los nombres de los represaliados. Además, en el suelo escribieron «II República culpable de la gerra (sic) de España», «Asesinos de curas y monjas» y «Radicales sois basura». El colectivo organizador calificó de «fascista» el acto vandálico, y lamentó lo sucedido después de gastar 4.000 euros, «los ahorros de nueve años», en la construcción del monumento.

En Alicante, el acto de homenaje reunió a varios centenares de personas en el cementerio, con presencia de varios ediles del gobierno municipal. Por parte de la Comisión para la Recuperación de la Memoria Histórica se recordó el «sufrimiento escondido, oculto» de las víctimas, y recordó que el cometido el colectivo es «luchar por su dignidad y dar sentido a su sacrificio». Al mismo tiempo, el portavoz del colectivo en esta cita, Miguel Mauri, se felicitó de que ahora Alicante tenga «un gobierno sensible a estos temas», que se ha sumado de manera oficial a la convocatoria. En el acto intervinieron la concejal de Infraestructuras, Gloria Vara, y la de Memoria Histórica, María José Espuch, quienes incidieron en ese apoyo institucional «después de 20 años de olvido» y apelaron al recuerdo de «los alicantinos que lucharon por la libertad y la democracia».

Organizadores y autoridades descubrieron una placa en memoria de todas las víctimas de los bombardeos de la guerra en Alicante. También se hizo un homenaje a Miguel Hernández; el nicho que albergó sus restos hasta 1986 ha sido además restaurado. La nuera del poeta, Lucía Izquierdo, presente en el acto, señaló que «esos muertos son también los de la familia de Miguel» y, sobre la marcha del legado del escritor a Jaén, recordó que, pese a todo, los familiares «estamos aquí, no nos van a echar y no nos iremos nunca».