Hasta hace tres meses, acogía los barracones del colegio Manjón Cervantes. Hoy, cada día se parece más a un vertedero, incluso en el mal olor que desprende en determinados puntos. El amplio solar municipal, próximo al Bulevar del Pla, cuenta a día de hoy con decenas de residuos, desde muebles a ropa, pasando por restos de comida o juguetes rotos. «Cada día, la basura va creciendo. Dentro de poco será un vertedero en toda regla. No estaría mal que las autoridades hicieran algo para mantener en un estado correcto el solar, porque si no lo hacen empezarán a llegar las ratas», asegura una de vecina de la calle Juan de Garay, muy próxima al solar.
La parcela municipal, que hasta enero y durante siete años acogió las aulas prefabricadas del colegio Manjón Cervantes, ve aumentar los residuos día a día, y parece que no hay freno. «Empezaron con unos muebles rotos y ahora ya podemos ver de todo», replica otra residente en el barrio.
Los residuos están, por ahora, concentrados principalmente en dos puntos de una superficie a la que hace unos meses acudían a diario más de 300 escolares que hoy ya disfrutan de las nuevas instalaciones del Manjón Cervantes. En uno de esos puntos, se acumulan sobre todo muebles rotos, mientras que en el otro -justo en el lado opuesto- se puede ver más ropa y residuos menores.
Los vecinos, preocupados por la situación, reclaman que el Ayuntamiento acondicione el solar, que está vallado y con los accesos cerrados. Además, piden al equipo de gobierno que dé un uso al solar, aunque sea sin una importante inversión. Entre las opciones que se barajan entre los vecinos está que la parcela pueda albergar un parque para perros, aprovechando además que está vallado.
