Fabricación, montaje y desmontaje, así como personal auxiliar, azafatas y material publicitario de una feria inmobiliaria a la que Enrique Ortiz e Hijos no acudió. Trabajos similares en una edición anterior del mismo certamen en la que Ortiz sí estuvo pero que fueron realizados por una empresa de Paterna, a la que pagó por ello. Y hasta un torneo de mus por el que el contratista abonó 31.748 euros pero sobre cuya celebración los investigadores no encontraron ninguna prueba. Estos son sólo algunos de los conceptos por los que Enrique Ortiz inyectó al PP 348.115 euros durante 2008.

Eventos ficticios, según ha admitido ahora, que el empresarios aseguró que sí se habían celebrado en la declaración que en julio de 2012 prestó ante el magistrado de Tribunal Superior de la Comunidad José Francisco Ceres, quien instruyó esta causa hasta su traslado a la Audiencia Nacional tras no contar entre los acusados con ningún aforado.

En aquella comparecencia judicial como imputado (lo que, al diferencia de la condición de testigo, no le obliga a decir la verdad) Ortiz no sólo afirmó que las facturas pagadas se correspondían con servicios prestados sino que incluso se sirvió de tapates y barajas de regalo para justificar la celebración de campeonato de mus. El empresario responsabilizó a uno de sus hombres en Valencia y ahora acusado también, José Beviá, de los contratos firmados por su empresa con Álvaro Pérez, «El Bigotes», al que negó conocer.

La UDEF sostenía que el acuerdo de colaboración del empresario con la trama Gürtel establecía un fijo de 50.000 euros más un canon variable por los «supuestos trabajos» que la red corrupta realizaba. Los agentes recordaban entonces conversaciones en las que se hablaba de constructores que, como Ortiz, financiaban la deuda del PP con Gürtel mediante un «artificio de acuerdo de colaboración empresarial».