La edil Nerea Belmonte, expulsada de Guanyar y del equipo de gobierno, por sus contratos a personas de su entorno, consideró ayer que «ha habido una clara maniobra para sacar a la única representante de Podemos del Ayuntamiento de Alicante». Una maniobra que, según Belmonte, «por lo visto sirve para no hablar de temas importantes», entre los que citó «los millones que seguimos dando a Ortiz», en referencia a que el empresario sigue gestionando contratos caducados sin que el tripartito haya tomado una decisión sobre si municipaliza los servicios o los saca a licitación.

Belmonte incidió en que «no considero que tenga que irme a ningún lado porque no he hecho nada ilegal, nada incorrecto y he hecho una buena gestión y he ahorrado dinero a la ciudadanía». Agregó que la asamblea de Guanyar que pidió su dimisión por un 76% de los votos está impugnada y que el secretario autonómico de Podemos, Antonio Montiel, que él «no puede reclamarme que yo deje él acta».

Sobre la correlación de fuerzas en Guanyar (una coalición entre EU y Podemos) indicó que, si dejar el acta, la sustituiría una persona de Esquerra Unida y que, hasta su expulsión, había cinco ediles de EU y ella de Podemos. Una proporción que, dijo, no se corresponde con los votos. Al respecto, añadió que «para conseguir seis concejales eran necesarios todos los votos de Podemos». Preguntada si sobre la «maniobra» la atribuía a Esquerra Unida afirmó: «No sé quién, pero lo que está claro es que sacar a Podemos del Ayuntamiento solo interesa a los partidos que no son de Podemos. Nosotros hemos entrado para hacer las cosas diferentes y lo estábamos haciendo». Acerca de si en esa «maniobra» a la que alude incluye a Guanyar se preguntó: «¿Guanyar como qué? ¿Cómo IU o como confluencia ciudadana? Es una confluencia y han sido necesarios muchos voto para que se configurará, pero han hecho falta muy poquitos para que una asamblea decida pedir mi división».

Sobre las circustancias que deberían darse para renunciar al acta de concejal, afirmó: «Primero hay que restituir mi honor, mi dignidad y se reconozca que no ha habido nada ilegal. Después hablaremos».