Los regantes alicantinos del trasvase Tajo-Segura han reclamado al Ministerio de Agricultura que agilice la creación de un banco de agua (posibilidad de que los agricultores puedan comprar caudal en otras cuencas) ante el riesgo de que a partir del 1 de junio vuelva a paralizarse el envío de agua para regar a Alicante. El nivel de la reserva de agua en el complejo de Entrepeñas y Buendía se ha estancado, la cabecera del Tajo entra en el periodo más seco del año y, para colmo, a partir de mayo aumentará la demanda de agua en la propia cuenca -unos 50 hm3 al mes-, lo que limitará las posibilidades de envío de caudales a Alicante y Murcia, cuando en verano se necesitan 20 hm3 al mes solo para el regadío.
Los embalses del Tajo están esta semana al 62,45 % con 6.860 hm3, pero el suministro de Alicante, Murcia y Almería depende de la situación en el Alto Tajo, con capacidad actual de 526 hm3, pero donde solo se valoran las existencias de Entrepeñas, 196 hm3 y Buendía, 306 hm3, ya que los 24 hm3 que tiene Bolarque no cuentan para la regulación.
«Algunos creen que está todo solucionado y no es así. El tiempo en la cabecera no acompaña. Las salidas actuales desde Bolarque, embalse conectado con Entrepeñas y Buendia, son para Aranjuez 8 m3/s, que diariamente representan 0,735 hm3. El desembalse hacia Aranjuez es diario, con lo que hasta el 1 de Junio, día en el que que habrá que aprobar otro trasvase, habrá 45 hm3 menos en los embalses por el caudal ecológico. Al Gobierno, aunque esté en funciones, no lo queda otra activar el mercado del agua que, curiosamente, se aprobó pero no se ha desarrollado», denuncia Ángel Urbina, presidente de la SAT San Enrique y del Cuarto Canal de Riegos de Levante.
El valor de las zonas regables por el trasvase Tajo-Segura alcanza los 400 millones de euros, lo que representa el 62,18% de los ingresos que obtienen los agricultores. En juego están más de cien mil empleos y una aportación al PIB de 2.364 millones de euros al año. «Tenemos aprobados los trasvases de marzo, abril y mayo, de 10,5 Hm3 cada mes, reforzados por los 30 Hm3 del Segura, 10 cada mes, que estamos esperando que la Confederación, autorice, pero después habrá que buscar agua. La solución es un nuevo Plan Hidrológico Nacional. Como estamos ahora no podemos ni mantenernos ni desarrollarnos», sentencia Urbina.
En este sentido, Antonio Rico, director del Instituto Interuniversitario de Geografía de la UA, advirtió ayer de que «todo esto no es más que un paripé para colocarnos las desaladoras. Ni con el Gobierno de Zapatero resultaba tan complicado la compra de agua de riego en otras cuencas. El PP lo ha hecho rematadamente mal y, desgraciadamente, pesa más el argumento político, o sea, no molestar a Castilla-La Mancha, que el jurídico o administrativo. La Ley de Aguas no ha cambiado por lo que todo me suena a milongas que siempre perjudican a los mismos, a los regantes de Alicante», aseveró.
La ministra de Agricultura, Isabel García-Tejerina abrió a principios de marzo la mano con la aprobación del trasvase de 60 hm3 desde el complejo de Entrepeñas y Buendía a Alicante y Murcia a través del Tajo-Segura hasta finales de mayo. Un caudal que llega a razón de 20 hm3 al mes y ha supuesto un balón de oxígeno para el sector agrícola que pudo plantar la cosecha de hortalizas y frutales del verano. El trasvase llega en un momento en el que el sector agrícola estaba al borde del colapso debido a la falta de agua. Desde noviembre de 2015 sólo habían llegado dos hectómetros cúbicos y, de momento, la desaladora de Torrevieja solo produce 30 hm3 al año. Los pozos de sequía de Calasparra dan otros 25 hm3.
