La edil Nerea Belmonte aseguro ayer sentirse «sin apoyos dentro del grupo municipal» de Guanyar, pero dijo tenerlos en la asamblea y en las «bases de Podemos». En cuanto a la decisión del tripartito de expulsarla del equipo de gobierno, dejándola sin sueldo ni competencias y abocándola a ser una edil no adscrita, Belmonte consideró que «había un pacto que decía que la oposición iba a tener sueldo y se le iba a dejar trabajar» e ironizó con que «si no se considera para mí, será que no se me considera oposición». La edil aludió a sus afirmaciones a este diario acerca de que su intención era seguir apoyando los establecido en el acuerdo del tripartito. «Yo me considero miembro de Guanyar, no de la oposición», dijo Belmonte. La edil agregó que «no me parece bien que Guanyar me eche cuando hay recursos pendientes y garantías que cumplir», en referencia a la impugnación a la asamblea de Guanyar que pidió su dimisión.

Belmonte, quien aseguró que ayer estuvo ejerciendo como edil de Acción Social antes de que se le retiraran las competencias, manifestó sentirse «abandonada y decepcionada» porque «de todas las personas que hablan» sobre su expulsión de Guanyar «solo una» le pidió información sobre los contratos. La edil se reafirmó en que no ha cometido ninguna irregularidad y en que entregar el acta «sería reconocer una ilegalidad que no he cometido». Belmonte se reafirmó en que no va a ser «la cabeza de turco» o, como afirmó a este diario, el «chivo expiatorio de la falta de credibilidad del tripartito».