¿Cómo saber si un niño es demasiado movido a la hora de diagnosticar un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)? ¿Como objetivar algo que depende tanto de la apreciación de cada persona? A estas preguntas quiere dar respuesta en su tesis Francisco Fernández, profesor del departamento de Psicología Evolutiva de la Universidad de Alicante. Para ello está trabajando en el desarrollo de un programa informático capaz de medir los movimientos de un niño y objetivarlos. Todo con un ordenador portátil equipado con sensores que detectan el movimiento, como los de las videoconsolas.

También participan en este proyecto Mireia Sempere, del grupo de investigación de Informática Industrial e Inteligencia Emocional de la Universidad de Alicante y de Tomás Cantó, psiquiatra infantil en la USMI de San Vicente. Para la investigación se han organizado talleres de técnicas de estudio de TDAH que se ofrecen a los padres que tienen hijos diagnosticados con este trastorno. También niños sin TDAH del CP Azorín previa autorización de los padres y tras obtener el proyecto la autorización del comité ético del Hospital General de Alicante. «Los grupos son de 5 personas, porque el sensor sólo es capaz de detectar 6 cuerpos», explica Mireia Sempere.

Por cada esqueleto, se determinan 25 puntos y de ahí se obtiene el movimiento. «Queremos discernir si los niños con hiperactividad de verdad se mueven más que el resto y después ver qué partes del cuerpo se mueven más y ver además si hay algún tipo de patrón repetitivo», señala Fernández.

Para final de año se esperan los primeros resultados de esta investigación pionera, ya que según sus responsables hasta el momento no se ha hecho nada similar. Algo que puede ser de gran ayuda para profesionales como Tomás Cantó, acostumbrado a diagnosticar a diario casos de TDAH. «Aunque intentamos ser objetivos, decir si un niño se mueve más o menos es tratar de objetivar lo subjetivo, así que este tipo de dispositivos, que además no son invasivos, pueden ser de gran ayuda».