La Generalitat sacará a los menores de siete años con necesidades especiales de sus centros tutelados para vivir con familias acogedoras, lo que situará a la Comunidad Valenciana como una de las regiones «más avanzadas de la Unión Europa» en este aspecto. Así lo ha asegurado la vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, quien destaca que se trata de un proyecto «muy relevante» y «hermoso» y un reto para el departamento que dirige, que pretende que pueda estar en marcha en el plazo de un año. En esta situación hay un total de 92 menores en la Comunidad que viven en residencias de titularidad pública o privada gestionada con fondos públicos.

La primera fase de este proyecto se pondrá en marcha a finales de año, y afectará a 30 menores de centros de modalidad infantil de necesidades especiales por tratarse de centros privados sustentados con fondos públicos, cuyos contratos con la Generalitat finalizan en noviembre.

De estos niños, 14 residen en instituciones de la provincia de Alicante y 16 en la de Valencia, y todos ellos tiene necesidades especiales, como pueden ser algún tipo de discapacidad, desestructuración o trauma por las situaciones que han vivido en sus familias de origen.

El primer paso es la puesta en marcha de una campaña de captación de familias que acojan a estos menores «en un ámbito de más autonomía y de afecto» que en un cent ro institucional, destaca Oltra. Estas familias formarán parte de la modalidad de acogimientos especializados y se les incrementará la cuantía que cobran por esta labor, un aumento que será efectivo en 2017.

El objetivo de la Conselleria, según Oltra, es que en «un plazo de tiempo razonable» la Comunidad Valenciana pueda ser «una comunidad sin menores institucionalizados» pues, según asegura, donde tienen que estar estos niños es en un ámbito familiar».