Si las exportaciones se han convertido en el auténtico salvavidas de la industria alicantina durante los años de la crisis, no ha sido menos importante el papel que han jugado los compradores extranjeroscompradores extranjeros en la incipiente recuperación del sector inmobiliario provincial. Las miles de casas que han adquirido durante los últimos años no sólo han contribuido a reducir el inmenso stock de viviendas vacías que dejó el estallido de la burbuja en el año 2008, también han supuesto una importantísima inyección de fondos que ha contribuido a dinamizar la economía alicantina en su conjunto y que, además, ha ido en aumento año tras año.
De esta forma, durante el pasado 2015 la compraventa de viviendas por parte de extranjeros aportó a la economía alicantina la nada despreciable cifra de 2.248 millones de euros, de acuerdo con los cálculos realizados por este diario en base a los datos aportados por el Colegio Notarial, donde se contabilizan todas las operaciones según la nacionalidad del comprador. Una cantidad que supone un incremento del 13,4% sobre el volumen de negocio que se generó el ejercicio anterior, cuando se alcanzaron los 1.983 millones de euros, y casi un 70% más que en 2010, cuando fueron 1.339 millones.
Para dar una idea de lo que supone esta cifra, basta decir que durante el año pasado esta actividad movió más dinero en la provincia que la suma de todas las exportaciones de calzado, juguete y mármol juntas, que alcanzaron los 2.021 millones. Una cantidad equivalente, por ejemplo, a alrededor de un 8% del PIB provincial, para los que prefieran otra referencia.
El incremento del año pasado se debió, por una parte, al mayor volumen de operaciones registradas, que pasó de las 16.441 a 17.468, un 6,2% más. Pero, además, también aumentó el valor medio de las casas que adquirieron los compradores extranjeros, por el repunte de los precios que se empezó a producir en los emplazamientos más demandados en primera línea de costa y por el mayor poder adquisitivo de algunos de estos compradores. De esta forma, el importe medio pagado por vivienda subió de los 120.641 euros contabilizados en 2014, a los 128.707 del pasado ejercicio.
La tendencia se mantiene
De cara a este año, la Asociación Provincial de Promotores (Provia) confía en que la tendencia al alza seguirá «aunque las tasas de crecimiento no se mantendrán con la misma intensidad», según explica su presidente, Antonio Fernández. Por un lado, porque en algunos mercados ya se está alcanzando cierto grado de madurez que hace muy difícil seguir aumentando al mismo ritmo de los últimos años y, por otro, por la propia coyuntura económica, que apunta a una cierta desaceleración. En cualquier caso, Provia cree que este menor crecimiento del número de las compraventas se compensará con importes medios cada vez más elevados, por lo que el volumen de negocio se verá favorecido.
En cuanto a la procedencia, los promotores creen que los británicos seguirán encabezando el ránking de nacionalidades -el año pasado compraron 4.826 casas en la provincia-, donde también seguirá habiendo una fuerte presencia de compradores de los países nórdicos -Suecia ya es el segundo mercado en importancia para el sector inmobiliario de la provincia y Noruega el quinto- y de Bélgica y Francia. Además, se espera que comiencen a dar sus fruto el intenso trabajo de promoción que se está realizando en Alemania o Polonia, donde, a su juicio, existe un gran potencial.
