El Tribunal Supremo ha revocado una resolución de la Conselleria de Sanidad de la Comunidad Valenciana que establecía la jubilación forzosa de un médico que ejercía la jefatura de la unidad de Medicina Intensiva del Hospital General de Alicante.

La sentencia desestima un recurso de la Generalitat contra una resolución anterior del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana y permite al facultativo seguir en su puesto.

El interesado pidió en enero de 2012, cuando estaba cerca de cumplir los 65 años, seguir en activo hasta los 70, como permite la normativa, pero el entonces gerente del área de salud al que estaba adscrito denegó su solicitud. La Administración basó su negativa en que el funcionario ya había superado el límite de 35 años de cotización a la Seguridad Social y tenía derecho a una pensión de jubilación equivalente al cien por cien de su salario.

El gerente que firmaba la resolución alegó también que el médico pertenecía a «una especialidad médica donde existen profesionales disponibles para la cobertura del puesto». También argumentó que el empleado no realizaba guardias debido a su edad lo que conllevaba un «mayor gasto público» para cubrir el puesto y calificó de bajo su «grado de compromiso e implicación» en el servicio.

El médico recurrió estas resoluciones y el TSJ valenciano le dio la razón, le concedió la prórroga del servicio activo y condenó a Sanidad a pagarle el dinero que había dejado de percibir al cobrar la pensión de jubilación.