Educación ha dado un vuelco a la distribución del alumnado entre centros públicos y concertados de cara al curso que viene, detrayendo de estos últimos cerca de medio centenar de alumnos que se desplazarán a la enseñanza pública como fruto del descenso del número de niños por aula.

La bajada de la ratio en cinco alumnos en las clases de Infantil para niños de 3 años va a pasar factura a los colegios que tradicionalmente tenían una demanda asegurada y que en los últimos años habían ido sumando conciertos educativos.

Sólo en la ciudad de Alicante, la treintena de centros concertados reunen una pérdida de hasta 245 alumnos, cinco por cada aula del primero de los niveles. En Elche suman otros 65 niños que no podrán matricularse en trece aulas. Orihuela añade otras 11 aulas en seis colegios y la Marina Baixa tres aulas más.

Aunque la oferta en número de aulas de los centros concertados para este próximo curso no varía, la capacidad de admisión por cada clase baja, como certifica la representante de los padres en la Confederación autonómica, Concapa, Julía María Llopis.

Para los centros que concentran mayor matrícula, como sucede con los de Jesuitas y Maristas en Alicante, con cuatro aulas cada uno de ellos para nuevos alumnos de 3 años, o Las Carmelitas y Las Jesuitinas de Elche, con tres aulas cada uno de ellos también, la rebaja de la ratio les supone en la práctica la pérdida de casi una clase por centro.

Educación había dejado caer la posibilidad del cierre de aulas en centros concertados a consecuencia de la aplicación de la nueva ratio, pero la medida no parece implicar un cierre físico o la pérdida de conciertos, sino más bien el desvío forzado de alumnado hacia centros públicos del entorno, puesto que también se suprime el distrito único.

La planificación escolar publicada hasta el momento, que solo contempla la distribución de aulas en los colegios públicos, ya ha tenido en cuenta el conjunto de la demanda y matriculación en la totalidad de los centros sostenidos con fondos públicos por zonas, como precisan desde el equipo que dirige Vicent Marzà.

Todo apunta a que la matrícula en los colegios concertados descenderá al mismo nivel que la ratio, cinco alumnos por aula. Julia María Llopis concreta, no obstante, que el descenso de la natalidad también empezaba a afectar a la enseñanza concertada.

Respeto

A lo que sí se ha comprometido la Conselleria de Educación, -en su interés por empezar a revertir los recortes sufridos en los colegios públicos al amparo de la crisis económica-, es a respetar la ratio de 30 alumnos en el resto de los niveles educativos de los centros concertados «siempre y cuando no se produzcan bajas de alumnos a mitad de curso o repitan».

En ambos casos, los colegios concertados pierden esas plazas y no pueden volver a ocuparlas con nuevos alumnos por más que dispongan de demanda. La medida entra en vigor para este próximo curso en todas las aulas de primero de Primaria. En el momento en que no se ocupe una plaza por haber repetido curso o por renuncia de matrícula, el centro no podrá sacarla como oferta.

Los alumnos que por este motivo dejan de entrar en los centros concertados se consideran, asimismo, pérdidas, que de igual forma se reproducen en el primer curso de Secundaria y en primero de Bachillerato. En ambos casos la política que aplicarán las autoridades educativas reproduce lo sucedido en primero de Primaria, de forma que si hay repetidores que no pasan a primero de ESO, sus plazas no podrán ocuparse por nuevos alumnos.