La portavoz adjunta del PP, Mari Carmen de España, afirmó ayer que le parecen «pocas» las justificaciones dadas por la concejal de Acción Social, Nerea Belmonte, sobre los contratos adjudicados a una empresa integrada por personas de su entorno. De España señaló que las palabras y las medidas anunciadas «llegan tarde, después de una semana de vacaciones de esquí en Andorra y no cuando era necesario haberlas dado». Para De España, «tanto les gusta hablar de nueva política a los miembros del tripartito y esto es lo que nos encontramos». La portavoz adjunta popular lamentó «la situación de parálisis en la que se encuentra la ciudad de Alicante, donde es imposible que avance ningún proyecto importante y de verdadero interés para los ciudadanos, porque nos pasamos el día presenciando las luchas intestinas entre los socios del tripartito».

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, José Luis Cifuentes, asegura que su grupo «apoya la decisión del alcalde de exigir la dimisión de la concejala Nerea Belmonte». Sostiene que «aún reconociendo la legalidad de los contratos adjudicados, no se trata de un simple problema de estética, sino de ética» en relación a las declaraciones de la concejala Nerea Belmonte que justificaba su actuación como «un error de estética cometido por ser novata y con prisas».

Para Cifuentes, «si el alcalde, que es quien dirige el equipo de gobierno, es de esa opinión, es porque estima que ha habido algo inadecuado, como así parece que ha sido». Cifuentes sostiene que «no es moral adjudicar contratos a dedo a los amigos».

Con todo, el portavoz de Ciudadanos, José Luis Cifuentes, valoró «positivamente» el cambio de opinión de Belmonte, al declararse «como única responsable y eximir a los técnicos municipales de cualquier responsabilidad».