El grupo socialista de gobierno en el Ayuntamiento de Alicante desvinculó ayer la modalidad de los contratos menores del escándalo por las adjudicaciones de la edil de Acción Social, Nerea Belmonte (Guanyar-Podemos), a una empresa de sus amigos y reiteró su apuesta por este tipo de contratación, «que beneficia a las pequeñas y medianas empresas», según la concejal de Hacienda, Sofía Morales. En plena polémica por la discrecionalidad asociada a esta modalidad contractual, Morales defendió los contratos menores por su «simplicidad burocrática» y cuestionó la conveniencia de agruparlos por sistema en un concurso público de adjudicación «porque esa fórmula puede beneficiar a los holdings y grandes empresas, en lugar de a las pequeñas».
Definidos exclusivamente por su cuantía económica, los contratos menores se reservan para adjudicaciones directas inferiores a 18.000 euros en las que no se exige procedimiento de contratación, ni publicidad, ni informes de secretaría. Tampoco son exigibles garantías y no pueden tener una duración superior a un año ni ser objeto de prórroga.
Sólo en el área de Acción Social del consistorio alicantino, los contratos menores adjudicados en 2015 rondaron los 800.000 euros; en 2014 superaron el millón y en 2013 el millón y medio, según explicó la propia Belmonte ante la asamblea de Guanyar en la que rindió cuentas por el escándalo de Techdata.
En cuanto al resto de áreas municipales, el Ayuntamiento no ha cuantificado el montante global de los contratos menores otorgados el año pasado y se ha limitado a publicar en el portal de transparencia de la web oficial la reseña de todos y cada uno de los más de mil contratos con los datos esenciales sobre el proveedor, órgano gestor, importe y plazo de ejecución.
«No tengo idea de la cuantía total de contratos menores», explicó Morales, «pero es algo secundario porque lo que vamos a intentar es que este tipo de contratos se ajusten a las necesidades reales del Ayuntamiento, según nuestros primeros presupuestos municipales que vamos a aprobar mañana [por hoy]».
Preguntada sobre la conveniencia de agrupar contratos menores sobre una misma actividad -musical, deportiva o de cualquier otra índole- en un concurso para fomentar la transparencia y la concurrencia y racionalizar el gasto, la edil de Hacienda mantiene que «esa agrupación no conlleva ventajas, ni abarata el coste, ni favorece a las pequeñas empresas, sino, en todo caso, a las grandes y los holdings».
Morales rechazó que se criminalicen los contratos menores por el caso de Belmonte, «que tiene que ver con una serie de contratos adjudicados a unos amigos y a una empresa recién creada, pero no debe afectar al buen nombre de este tipo de contrato».
