Las persistentes precipitaciones aguaron el Lunes Santo a los alicantinos puesto que ninguna de las cuatro hermandades que lucen su patrimonio religioso y artístico este día de la Semana Santa pudo sacarlo a la calle pese a que habían preparado plásticos en los tronos para cubrir imágenes y ajuares por si la lluvia les sorprendía en el recorrido. Al final lo que ocurrió es que no les dejó salir. Las cuatro sustituyeron las procesiones por vía crucis y actos religiosos, o bien pequeños recorridos junto a su sede, en un intento de paliar el desconsuelo de costaleros, penitentes y hermanos de fila, y no saldrán hasta el año que viene puesto que ninguna solicitó a la Junta de Hermandades desfilar otro día.

La primera que tomó la decisión de suspender fue El Prendimiento y Nuestra Señora del Consuelo, que se inicia en los jardines del Museo Arqueológico, donde prepararon los tronos por la mañana. Su hora de inicio eran las 17.45 horas. La mesa de la cofradía se reunió en ese momento y poco después acordó no salir dado que su procesión cruza Alicante y dura más de cinco horas «No se puede, alguien podría resbalar o pasar algo. Con todo el dolor de nuestro corazón hemos decidido dejarla para el año próximo», dijo el hermano mayor, José Miguel Ivorra. Es la primera vez en la historia de la cofradía, fundada en 1996, en que la meteorología les ha impedido salir.

El Prendimiento descartó trasladar la procesión a otra jornada de la presente Semana Santa. «El Lunes Santo es nuestra advocación y otro año será». Los paraguas se mezclaron con las lágrimas e invitados como la senadora popular Asunción Sánchez Zaplana, de dama de mantilla, se aprestaron a consolar a los cofrades, que se tuvieron que conformar con ver a la Virgen del Consuelo desfilando cubierta con plásticos y a hombros de sus costaleras al son de la canción «Cuántas veces siendo niño te recé», desde el MARQ hasta la puerta del local social de la hermandad, a toque de tambor. Lo mismo que El Prendimiento.

Algunos nazarenos se quedaron allí para recoger e ir preparando la salida del paso de la Sentencia de Jesús, el Viernes Santo.

El Despojado y la imagen del s. XV

La hermandad Agustina fue la siguiente en suspender la procesión. Lo decidió su junta dado el riesgo para los costaleros, que podían resbalar en la bajada por el Casco Antiguo con la imagen de Nuestro Padre Jesús Despojado de Sus Vestiduras. Iba a lucir un nuevo trono, con lo que el estreno se queda para 2017. Los asistentes permanecieron en la ermita de San Roque, de donde sale la imagen, y rezaron una oración. El padre Jaime, consiliario de la hermandad, dijo a los costaleros que «este año la procesión la llevará cada uno». Después entró la banda de Tobarra, interpretó unas marchas y los costaleros dieron unos pasos con el trono y lo levantaron varias veces en una miniprocesión. «Mucha pena y mucha lágrima, la gente estaba descorazonada», dijo Jorge Crespo, hermano mayor del Divino Amor, presente en el acto. El Cristo se quedó en la ermita y no pudo bajar, como es tradición, a recoger a la Virgen del Amor al Convento de las Monjas de la Sangre, ni lucir el paso reformado con nueva parihuela de la Cruz de los Niños.

El Morenet siguió el mismo camino que las anteriores hermandades. La cofradía decidió no arriesgarse a salir a la calle con su imagen de finales del siglo XV. En su lugar, celebraron un acto dentro de la ermita Virgen del Socorro en el que los costaleros pasearon al Cristo al son de la banda de cornetas y tambores de Tómbola, con las autoridades civiles, navales, militares y eclesiásticas presidiéndolo. «Es la primera vez que nos ocurre pero no se podía desfilar conforme llovía. Las escaleras (por el Raval Roig) son muy complicadas de subir y era fácil caerse. Luego está la imagen, es del siglo XV y no iba a estropearla. Había que salvaguardarla», dijo el hermano mayor, Manuel Giménez.

Apoyo de la Junta Mayor

La Humildad y Paciencia se encerró en Nuestra Señora de Gracia con sus penitentes, bandas de música y cargos de honor para decidir qué hacer. Y fue no salir, pese a que tanto el Cristo de la Humildad como Nuestra de las Lágrimas estaban preparadas con plásticos. El daño a las imágenes, y al techo de palio y los faldones de la Virgen fue decisivo, como explicó el hermano mayor, Daniel López. Decidieron hacer un vía crucis por el templo presidido por los dos tronos, luego una eucaristía, cantó la tuna de Ciencias y tocó la banda de música. Entre los cofrades estaban los ediles del PP Luis Barcala y José Ramón González, así como Antonio Sepulcre y Juan Francisco Escudero, de Ciudadanos. También Francisco Sánchez, director del CEU de Elche, que iba a ser el clamator que marcara la apertura de las puertas del templo a la procesión. Es la primera que suspende la hermandad, que en 2002 se encontró con lluvia en el recorrido.

La Junta Mayor apoyó la decisión. «Todas están con malestar y pena pero no se puede hacer nada. Salir otro día de la Semana Santa era complicado puesto que las bandas de música están contratadas en otros sitios. Las juntas de gobierno han obrado bien y estamos al lado de las hermandades en estos momentos tristes», dijo Alberto Payá, presidente de la entidad organizadora de los actos.