Carlos Montesinos estudia un máster de saxofón en el conservatorio de música de Bruselas. El ibense iba en el tranvía de camino a las clases en el momento de los atentados.

"He llegado a las 08.30 de la mañana a las clases y mi profesor de saxofón me ha dicho que acababa de explotar una bomba en Zaventem, pero no sabíamos la transcendencia del atentado. A las 10.15 horas cuando hemos mirado el móvil teníamos cientos de mensajes y llamadas, hemos visto la prensa y ahí hemos caído", explica el joven.

El ibense cuenta que el conservatorio ha sido cerrado automáticamente, ya que "el año pasado hubo varios intentos de atentado en el edificio". Asegura que no "he pasado miedo, pero sí perplejidad y sobre todo un punto de desconfianza hacia la gente que andaba por la calle, cualquiera puede ser terrorista". Por suerte todos sus amigos están bien y a pesar de todo, afirma que se siente seguro. "Cuando vas por la calle los militares y la policía transmite seguridad, pero a su vez si están en la calle vigilando es porque hay problemas. Y este problema es muy grande y creo que no saben muy bien cómo controlarlo", cuenta Montesinos.

El joven no tiene pensado volver a casa, dice que seguirá en Bruselas hasta que finalice el máster en junio de 2017.

"Voy a acabar el master aquí, no podemos parar la vida por esta gente", afirma el ibense