Domingo de Ramos. 10 de la mañana. Las persianas de pequeños y grandes comercios de Maisonnave se abren y en tan solo unos minutos comienza el trasiego. La apertura autorizada al público en este festivo otorga un especial significado a esta jornada por la falta de un acuerdo definitivo y equilibrado sobre los horarios comerciales. El público responde con creces e incluso los comerciantes son los primeros sorprendidos.

La climatología acompaña, la ciudad disfruta de un cielo despejado y altas temperaturas. El domingo que da inicio a los actos oficiales de la Semana Santa se convierte pues en una buena manera de tantear la situación, evaluar la respuesta de la clientela y actuar en consecuencia. A media mañana, la zona ofrece una imagen saludable: clientes con bolsas, ciudadanos paseando y bares sin sillas disponibles.

Una dependienta de una de las grandes superficies de la zona asegura que el goteo de clientes no ha cesado a lo largo de la mañana y que este ejemplo pone de manifiesto que la reapertura del comercio en el centro de la ciudad impulsará el sector. A su juicio «se debe permitir abrir todos los domingos de año» considerando que «los clientes están contentos, muchos de ellos trabajan los sábados y por lo tanto aprovechan el domingo para hacer sus compras». Otra empleada admite que «cerrar Maisonnave los domingos es un paso atrás» añadiendo que el «abierto total» será positivo siempre y cuando se genere más empleo. Los trabajadores de otra tienda de la avenida también se muestran optimistas con la reapertura y aseguran que «en nuestra tienda se contrata a más gente cuando se abre los domingos, por lo tanto es una buena medida porque suelen ser días de muchas ventas». En la misma línea se manifiesta un cliente que pasea con bolsas por la calle, quien apunta que «la apertura de Maisonnave los domingos da vida a la ciudad e invita al paseo, sólo hay que ver la calle para comprobar que a los alicantinos nos gusta esta idea».

Criterios antagónicos a los expuestos ofrece el propietario de una pequeña tienda de zapatos, quien se muestra receloso a admitir que la medida anunciada por el alcalde para declarar toda la ciudad Zona de Gran Afluencia Turística pueda repercutir favorablemente en el sector. Se opone a la libertad horaria generalizada al considerar que «con este planteamiento, los pequeños comercios salimos perdiendo y hoy en día las administraciones deben priorizar nuestra estabilidad». También las dependientas de una tienda de lencería indican que para ellas no es satisfactorio puesto que trabajan un domingo a cambio de un lunes o martes, con lo que, a todos los efectos, «salimos perdiendo».

Recordar que Gabriel Echávarri ha retirado del Consejo Local de Comercio su propuesta ante el voto negativo del Consell. Durante el pleno del día 31 de marzo, las fuerzas políticas votarán la propuesta del «abierto total».