La edil de Acción Social, Nerea Belmonte, contraataca acusando a sus propios socios de gobierno de opacidad en la contratación, después de que se haya hecho público que la regidora de Guanyar adjudicó varios contratos a una empresa gestionada por gente de su entorno personal y político. «Son compañeros de Podemos», admitía ayer la edil a preguntas de este diario. La regidora se escudó en que las contrataciones las realizan los técnicos y aseveró que, en Acción Social y «a diferencia de otras concejalías», se da publicidad a los contratos de entre 6.000 y 18.000 euros a través de la web para facilitar la concurrencia, si bien admitió que no todos los contratos adjudicados a la empresa en cuestión han sido publicitados.

La ley no obliga a ello, por tratarse de contratos menores, pero Belmonte asegura que desde primeros de octubre se sigue este procedimiento. «Estas nuevas formas no están gustando a todo el mundo», esgrimía la edil tres días después de que estallara la polémica en un comunicado colgado en la página web de Guanyar que el portavoz de la agrupación, Miguel Ángel Pavón, ordenó retirar al enterarse. En el escrito se refiere tanto a las empresas «acostumbradas a contratar con el Ayuntamiento a través de sus conexiones personales» y agregaba que «tampoco está gustando a los concejales y concejalas que siguen otorgando los contratos menores sin publicidad ni libre concurrencia, pues esto les expone a la odiosa comparación». Belmonte se dirige «a quienes me critican» para, a renglón seguido, asegurar: «Hasta ahora he sido leal a mis socios de gobierno y no les he afeado su forma de actuar ni les he criticado, pero hablando de ética y estética en referencia a las declaraciones realizadas por el alcalde, Gabriel Echávarri he de condenar las formas con las que el PSOE se está comportando en este caso, pidiendo mi dimisión sin haber pedido antes explicaciones y en un momento en el que no estoy presente -sigue de vacaciones en Andorra- para defenderme. Eso no es ético y la estética deja mucho que desear».

No es el único contraataque a sus socios de gobierno del PSOE, a los que acusa de maniobrar para desestabilizar el acuerdo de gobierno. Belmonte considera que «no me atacan «porque la mesa de contratación haya dado uno o varios contratos a la empresa de unas personas que, además de ser grandes profesionales, son miembros de Podemos». En su opinión, «el objetivo último de estos ataques no es sólo hacia mi persona, mi partido o la confluencia ciudadana Guanyar con la que me presenté a las elecciones» sino que «es servir de cortina de humo para que la ciudadanía de Alicante no hable de los temas realmente importantes para su futuro, como la municipalización de las grandes contratas o el modelo comercial de la ciudad, temas que al PSOE no le interesa que se debatan públicamente para no destapar la incoherencia entre lo que dicen en campaña y lo que hacen una vez en el gobierno».

Aunque en el comunicado en cuestión asegura que no dimitirá y que serán las urnas las que refrenden o no su acción de gobierno, en declaraciones a este diario aseguró: «Lo que no voy a hacer es agarrarme al sillón si los partidos a los que represento consideran que no debo seguir siendo miembro de Guanyar y Podemos». La edil dijo que representa a ambos y que, de esta manera, serían ambos los que deberían reclamarle el acta. Con todo, Belmonte defiende su actuación y considera que no ha violado los códigos éticos de ninguna de las dos agrupaciones.

Aunque admite que la empresa a la que se han adjudicado siete contratos por valor de 19.969 euros está integrada por «compañeros de Podemos» se escuda en que «yo no adjudico, son los técnicos: Yo los firmo porque soy concejala». Belmonte agrega que no sabía que Techdata Alicante optaba al primero de los contratos de comunicación hasta que presentó el proyecto. Uno de sus asesores en la concejalía, sin embargo, admitió ante la asamblea de Guanyar que pidió a la empresa que no optara al concurso porque les podía «explotar».

La edil insiste en defender su actuación y en asegurar que «en las licitaciones no se pide el carné político a nadie», dice entender «que pueda parecer que no es ético o estético sin tener toda la información, pero no los he adjudicado yo y no puedo decir a los técnicos: éste sí o éste no». Belmonte incide en que la decisión recae en una «mesa técnica», pero agregó que «si me piden que por estética del tripartito rescinda el contrato» estaría dispuesta a hacerlo: «Puedo hablar» con la empresa y si quiere, hacerlo de común acuerdo». Según Belmonte «intentaré hacerlo, pero no porque haya una falta de ética» y agregó que «si lo hago pongo en duda el trabajo de los técnicos y eso es peligroso».

Belmonte esgrimió que su objetivo es acabar municipalizando el servicio de comunicación cuando acabe el contrato en vigor en junio. Cuestionó la «casualidad de que todo salte cuando estoy de vacaciones, sin cobertura, y es difícil defenderme» y volvió a cargar contra sus socios del PSOE por haber pedido su dimisión en la comisión del pacto de gobierno y a través de las redes sociales.

Dimisión

«Primero la de Marisol (Moreno) y luego la mía. Hay un 'gustito' por pedir dimisiones y si jugamos al juego de las dimisiones todos podemos jugar y si hablamos de ética y decencia me pregunto dónde está cuando se habla tanto en un programa como en un pacto de gobierno de una cosa y luego se propone abrir todo Alicante como Zona de Gran Afluencia Turística. Aquí de ética y decencia podemos hablar todos, pero mejor a la cara. No se ha cometido ninguna ilegalidad». Preguntada sobre si con esas afirmaciones pretendía pedir la dimisión de Echávarri, aclaró que «no porque no me gusta jugar, me gusta ser leal a los socios de gobierno y al pacto. No la pediría sin decirlo antes a la cara y consultarlo antes con Guanyar».