Los vecinos de Tabarca, por fin, tienen de nuevo su iglesia abierta. Después de trece años, cuando se iniciaron las obras de rehabilitación del templo, los trabajos han concluido no sin sufrir varios parones en este tiempo. Por eso, ayer era un día muy especial para los residentes de la isla y aquellos alicantinos que la visitan habitualmente y que no quisieron perderse el acto de inauguración de la parroquia de San Pedro y San Pablo.

Pasaban pocos minutos de las once de la mañana y el templo ya estaba abarrotado de público esperando la entrada al mismo del párroco titular, Jose Navarro Navarro; y del obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, quien fue el encargado de inaugurar la iglesia. Ambos recorrieron andando, acompañados de una cruz, el pequeño trayecto que separa la Gran Plaza de la parroquia de San Pedro y San Pablo.

Tras una traca y la actuación de la Coral de la Tercera Edad Villa de Santa Pola, el obispo presidió la eucaristía en la que agradeció la presencia «de todos los que han hecho posible esta gran obra y a la gente de Tabarca que ha puesto su interés para que este proyecto haya sido una realidad». Además, Jesús Murgui destacó, en la primera visita que realiza a la isla de Tabarca, la belleza del templo.

En el transcurso de la misa, el obispo bendijo la iglesia de la que dijo «es un testimonio del amor de Dios por todos nosotros». También enmarcó esta inauguración en un «año especial que estamos viviendo, el Año Jubilar por la Misericordia» así como que estamos a las puertas de «unos días misericordiosos» con al Semana Santa en la que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

Tras la eucaristía, todos los asistentes disfrutaron del buen tiempo que ayer hizo y de la iglesia recién abierta.

Restauración

La rehabilitación a la que ha sido sometido el templo parroquial de la isla en los últimos años, y que ha contado con un presupuesto de algo más de 666.000 euros, ha consistido en la restauración de cubiertas e interiores del inmueble eclesiástico.