Los estudiantes españoles no salen muy bien parados en rendimiento académico a pesar de que son de los que más horas dedican a los deberes.
Eso no significa que los europeos sean mejores estudiantes. Entendemos deberes como los trabajos para hacer en casa y no en el colegio. Y eso tiene más de un peligro porque si un alumno no alcanza el nivel en el colegio en casa lo normal es que lo haga mal y el profesor al día siguiente tiene un doble trabajo. Luego puede provocar problemas de disciplina porque no todos los padres controlan lo que hacen sus hijos. Y el tercer problema grave es que si cada profesor manda deberes y el alumno tiene diez asignaturas se pasa seis horas haciéndolos. Y luego los profesores pasan horas lectivas controlando quién los ha hecho.
¿Para qué sirven los deberes?
Parece razonable pensar que no sirven para mucho. Pedagógicamente no tienen sentido porque no enseñan. Hay que garantizar el tiempo y la calidad de estudio y para ello no se puede sobrecargar de trabajo.
¿Y luego en casa no debe hacer nada?
El niño debe de tener un hábito al llegar a casa, organizar su trabajo, hacer esquemas, repasar la lección del día, al menos organizar esa información desde el estudio diario. Y tener tiempo libre que todo el mundo debe de tener. Al igual que los adultos que tienen jornadas largas y cuando acabamos queremos al menos 20 minutos libres.
¿Es cambiar deberes por estudio efectivo?
Deberían tender a estudiar todos los días, permitirles que tengan un espacio de estudio, tiempo para hacerlo. Y no podemos decirles a todas horas que tienen que estudiar cuando se levantan a las ocho de la mañana y acaban a las ocho de la tarde. Tiene sentido estudiar dos horas y luego descansar y tener esa parte de ocio, es lo normal. Hay que trabajar para que obtengan un buen hábito.
¿No cree que tienen algo de bueno las tareas?
No es que sean fundamentales, es que son hasta contraproducentes. Lo que los escolares necesitan es la cooperación de los padres. Sólo diez minutos al día para saber qué hace su hijo, preguntarle o coger su libreta.
Pero hay padres muy preocupados y que creen que es necesario hacer esos deberes.
A esos padres les digo que no nos preocupemos tanto y nos ocupemos un poco más. La supervisión y tener el horario de nuestro hijo presente no cuesta más de 15 minutos al día. Los escolares pueden llegar a saturarse, como todas las personas, superados por la situación.
¿Por qué ese afán de mandar deberes?
La formación del profesorado es muy precaria y ellos actúan por tradición, les mandaban deberes y ellos mandan. Es necesaria una buena formación con buenas técnicas pedagógicas.
¿Y memorizar es una buena técnica de estudio?
Ya va pasando la moda de que no memoricen. La memoria es una estrategia cognitiva de primer orden. Otra cosa es que hay que intentar que no memoricen como papagayos, sino sabiendo asociar contenidos. Pero al final el ejercicio es de memorización. Y acostumbrarse que el esfuerzo es así.
