Una moda muy peligrosa. Los expertos en toxicología alertan de la creciente presencia en España de las catinonas, o «sales de baño», unas drogas sintéticas, derivadas de las anfetaminas pero con unos efectos mucho más potentes que ya han provocado cuatro muertes en Madrid y Baleares. «Aumentan la excitación, la agitación y la temperatura corporal. Además, provocan muchas manifestaciones psiquiátricas, como cuadros psicóticos, alucinaciones y de agresividad», explica Benjamín Climent, de la Unidad de toxicología clínica y desintoxicación hospitalaria del Hospital General de Valencia. Climent participó ayer en una de las mesas redondas de las XLIII Jornadas nacionales de Socidrogalcohol, que reúnen hasta el sábado en el Hotel Meliá de Alicante a 500 expertos en toxicologías de toda España.

En Estados Unidos las catinonas se están convirtiendo en un auténtico problema de salud pública. «Estas drogas están directamente vinculadas a casos de asesinatos, suicidios y mutilaciones». Un ejemplo es el caso de un joven en EE UU que se comió la cara de un mendigo tras haber consumido esta potente droga. Y es que sus efectos son impredecibles. «Pueden aparecer cuadros muy severos de brotes psicóticos y agresividad muy difíciles de contener».

Otra de las dificultades es que no se detectan en las analíticas habituales de control de drogas, «hacen falta métodos mucho más sofisticados». En España, añade Benjamín Climent, «de momento se ha detectado su presencia en Madrid y Baleares, donde han fallecido cuatro personas, aunque también ha habido decomisos de estas sustancias en otras autonomías».

Estas drogas se adquieren normalmente en los puntos de ocio, aunque también se venden en internet. «Se pueden adquirir camufladas como sales de baño, barritas de incienso o fertilizantes». También como productos para limpiar las joyas. Como cualquier otra sustancia de estas características, Climent asegura que «las autoridades siempre van dos pasos por detrás» de quien las diseña y comercializa. Uno de los factores que las hace tan accesibles es su bajo precio. Existen más de 70 catinona diferentes, «las más habituales y las que más problemas están provocando son las denominadas flakka y caníbal».

Las catinonas están químicamente relacionadas con un estimulante encontrado en la planta khat, que crece en el este de África y el sur de Arabia, y cuyas hojas las personas mastican, de vez en cuando, por su efecto estimulante.

Banalización del cannabis

Por otro lado, los organizadores de este encuentro nacional aprovecharon esta jornada inaugural para alertar de la banalización que se está haciendo del consumo de cannabis entre los jóvenes. Una sustancia no exenta de problemas. «En primer lugar puede producir adicción, que induce a un aumento progresivo de su consumo en cantidad y frecuencia, lo que redunda en una mayor toxicidad», señala Julio Bobes, presidente de Socidrogalcohol.

En este sentido, quienes tratan de dejar esta sustancia «pueden aparecer síndrome de abstinencia». A falta de tratamientos efectivos de desintoxicación, los expertos piden más planes preventivos en las escuelas.