Las bibliotecas municipales de Alicante abrirán a partir del lunes en su horario habitual después de que el Ayuntamiento haya dado marcha atrás en el cierre de los centros de lectura de Juan XXIII y de Villafranqueza dos tardes cada uno a la semana por falta de personal. Este recorte de servicios en las bibliotecas de dos barrios con mucha población ha provocado numerosas quejas desde las asociaciones de vecinos, padres y comunidades educativas, que consideraban injustificable tener que pagar el déficit de personal causado por la baja de trabajadores en la biblioteca de las playas.

El concejal de Cultura, Daniel Simón, reunió ayer a la jefatura de servicio, técnicos, trabajadores de las bibliotecas y a los sindicatos, y alcanzaron un pacto para redistribuir el personal, lo que permitirá, según fuentes municipales, que la red de centros de lectura de Alicante vuelva a prestar su servicio habitual en horario de mañana y tarde desde el próximo lunes. Con este acuerdo se conseguirá que «ninguna biblioteca se vea obligada a cerrar por la falta de personal cualificado», asegura el Ayuntamiento. Simón agradeció a las partes su predisposición a resolver la falta de bibliotecarios, «cuyos huecos, debido a jubilaciones y bajas, no pueden ser cubiertos con nuevas contrataciones por el plan de ajuste al que está sometido el Ayuntamiento por el Ministerio de Hacienda». Según las mismas fuentes, varias bajas médicas en el personal de los centros de lectura (diez bibliotecas y el puesto del Mercado Central) obligaron a realizar cierres puntuales en horario de tarde al no poder el Ayuntamiento cubrir las vacantes con contrataciones. La biblioteca Juan XXIII estaba cerrando lunes y viernes por la tarde, y la de Villafranqueza martes y jueves. Ambos centros habían propuesto cerrar por la mañana o bien horario intensivo dado que por la tarde es cuando más niños acuden a leer.