El presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, subrayó ayer que esta institución «nunca» eliminará de su discurso, «jamás, el trasvase del Ebro» y recordó «con mucha tristeza» las imágenes donde el agua de ese río «prácticamente subía por encima de los puentes» la semana pasada. Sánchez aplaudió la decisión del Gobierno de autorizar un trasvase de 60 hm3 desde el Tajo, y abogó por consolidarlo, así como el Júcar-Vinalopó, «además de incidir en el del Ebro», como piden los agricultores. Sánchez aseguró que «vamos a seguir trabajando en la defensa de los trasvases».